Profanan Catedral de Punta Arenas


Un violento ataque perpetrado por un grupo de manifestantes sufrió la Catedral de Punta Arenas el domingo recién pasado, poco antes de la celebración de la Eucaristía de las 19.00 hrs. Entre los múltiples y severos daños, los violentistas robaron el cáliz y la caja con la llave del sagrario.

Mientras los feligreses se aprestaban a celebrar la Santa Misa y el Obispo Bernardo Bastres se encontraba en la sacristía, de forma violenta un grupo de personas ingresó a la Catedral y se dirigió hasta el presbiterio gritando todo clase de improperios contra el Obispo y la Iglesia. Mientras exigían la presencia de Mons. Bastres destruyeron floreros, arrojaron sillas sobre el altar, destruyeron la puerta de la sacristía, dañaron manteles y mármol del altar, también la reja del patio de la casa parroquial; sobre el altar dejaron estampado signos fálicos y políticos.

A continuación, el relato de Mons. Bastres antes los hechos sucedidos:

Relato de lo sucedido en la Catedral de Punta Arenas

1.- El pasado Domingo, 6 de Enero a la salida de la Misa en el Santuario de María Auxiliadora, una jauría de perros atacó un adulto mayor, quien fue socorrido por un carabinero que iba pasando.

Ante este hecho, le respondí al periodista: “no puede ser que en este momento los perros nos estén comiendo vivos… a mí me parece que estamos en una emergencia y hay que actuar como emergencia”.

Ante la pregunta que el periodista me formuló si había algún mandato bíblico que se opusiera a la eliminación de los canes, respondí: “Dios creó las cosas y las puso al servicio del ser humano, ése es el principio del Génesis. Todo está al servicio nuestro, yo no estoy por matar al perro, por matar perros, porque eso sería una cosa de barbarie. Pero no puede ser que en este momento tengamos una invasión de perros, y tengan más derechos que nosotros”. (La Prensa Austral, Lunes 7, pág. 3)

2.- Luego algunos tomaron la noticia y la comenzaron a tergiversar, manifestando que yo optaba por la eutanasia. No quise hacer ninguna declaración porque sabemos que no tiene ningún efecto. Allí se ha dicho y se ha tejido de todo. He recibido correos de todo tipo.

3.- Ayer domingo 13, terminada la Eucaristía de las 12,00 hrs., en la Catedral, me advirtieron que durante la noche habían envenenado unos 30 perros. Inmediatamente le dije al periodista que: “repudiaba esa matanza. Que nadie tiene derecho a eliminar de esa manera los perros. Que se debía investigar sobre sus autores y estos si habían cometido algún delito, debían ser castigados”.

4.- A media tarde, durante la Fiesta del Bautismo del Señor, en la gruta natural de la Virgen de Montserrat, volví a señalar lo mismo a los periodistas. Fueron ellos quienes me alertaron que habría una “funa” en la Misa de las 19,00 hrs. en la Catedral.

Inmediatamente, traté de colocarme en contacto con alguna autoridad y carabineros, para que no fuera interrumpida la celebración en la Catedral y que manifestarán en la plaza.

5.- Mientras estaba en la sacristía, revistiéndome para celebrar la Eucaristía de las 19,00 hrs., a eso de las 18,45 hrs., de forma violenta entraron en la Iglesia Catedral y dirigiéndose al Presbíterio comenzaron a gritar todo clase de improperios contra mi persona, contra los pedófilos, contra la Iglesia etc. Exigían que saliera a dialogar con ellos, pero aconsejado por los que estábamos allí, entre ellos el Vicario General, me desaconsejaron debido a que no contábamos con ningún resguardo policial. Mientras tanto, comenzaron a destruir los floreros y arrojaban sillas sobre el altar. Invité a la sacristía a una señora que hacía de vocera, con la cual fue imposible dialogar, pues estaba fuera de sí y lo único que me decía que yo era el “autor intelectual del asesinato de los perros”.

Entre algunos miembros de la comunidad, los diáconos, controlaban que los manifestantes no entraran en la sacristía, es allí donde un par de muchachos encapuchados patearon la puerta hasta destruirla.

A eso de las 19,40 hrs., los mismos manifestantes se comenzaron a retirar de la Catedral, y en ese momento llegó el General de Carabineros y luego el Sr. Intendente.

6.- Los daños materiales son significativos: destrucción del mármol del altar, pues no sólo tiraron objetos, sino que sobre él se pararon algunas muchachas que lo pateaban con todas sus fuerzas. También hay destrucción de bancas, floreros, manteles y la reja del patio de la casa parroquial.

El daño más grave ha sido de carácter moral. Los fieles que esperaban el inicio de la Eucaristía se vieron replegados, violentados y no se les permitió que pudieran tener la celebración en la que deseaban participar.

El Templo no sólo fue profanado con gritos y garabatos, algunos de los muchachos fumando. Sino que fue profanado el altar, los signos religiosos y sobre todo la centenaria tradición del respeto por el lugar del culto. Robaron el cáliz y la caja con la llave del sagrario.

Sobre el altar dejaron estampado signos fálicos y políticos. Entre los participantes que ingresaron  a la catedral algunos han sido reconocidos rápidamente y se conoce su filiación política.

7.- Como reflexión personal, nunca había experimentado tanto rencor y odio en el rostro y las expresiones de estos muchachos, la gran mayoría me parece eran menores de edad. Ellos estuvieron instigados y azuzados por algunos adultos, incluso uno de ellos le pasó un jarro para que lo lanzaran contra carabineros, ante lo cual los mismos jóvenes no accedieron, sino ahora estaríamos lamentando algo peor.

Nos llama mucho la atención, la matanza de los perros y el haber citado a la “funa” en la tarde. No deseo hacer ninguna conjetura, pero nos “huele” alguna coincidencia media siniestra.

Lo vivido esta tarde en la Iglesia Catedral, es algo destemplado, la gente parece que ha perdido toda cordura y horizonte de las cosas y nadie, menos las autoridades (que han condenado rápidamente la matanza de los canes, no así la profanación de la catedral), desean enfrentar estas situaciones, al final, da la impresión que no podemos opinar de ningún aspecto que pueda molestar la sensibilidad de algunos.

8.- Carabineros me dio protección, en la noche, para volver a la residencia episcopal y no pude entrar en ella hasta después de las 22,30 hrs., cuando se fueron los últimos manifestantes.

                                     + Bernardo Bastres F.

Padre Obispo

{phocagallery view=switchimage|switchheight=200| switchwidth=300|basicimageid=2473} {phocagallery view=category|categoryid=624| limitstart=0|limitcount=4|detail=5|displayname=0| displaydetail=0|displaydownload=0| imageshadow=shadow1|enableswitch=1| highslidedescription=3}

Noticias relacionadas:

{module 98}

{module 67}