Monseñor Ricardo Ezzati compartió la celebración de esta presencia misionera con la Eucaristía, que presidió este domingo 25 de noviembre en la capilla Santa Caterina, de la parroquia San Matías, en Puente Alto. La Congregación de los Padres Columbanos tiene actualmente 25 sacerdotes y seis laicos misioneros desarrollando su carisma evangelizador desde Iquique hasta Osorno. Entre ellos chilenos, fidjianos, indios, estadounidenses, australianos, coreanos y neozelandeses. El padre Álvaro Martínez, Superior para la región en Chile, explica que su congregación es misionera. “Originalmente fuimos formados para ir a Asia, pero por el comunismo en China nos fuimos expandiendo hasta llegar a América Latina, donde nos hemos insertado en los sectores más populares, los más desposeídos, donde creemos que Cristo nos llama. Hoy estamos desarrollando el trabajo pastoral comunitario junto con la preocupación por la tierra y la creación”. En la misa, celebrada bajo carpa al aire libre, participaron el vicario de la Zona del Maipo, padre Aldo Coda, el superior de los columbanos en Chile; el párroco de San Matías, padre William Lee, y casi la totalidad de los sacerdotes de esa congregación que trabaja en Chile. Además, centenares de feligreses de esa parroquia y de otras con presencia de los padres y misioneros columbanos. La naturaleza de la Iglesia es ser misionera Monseñor Ricardo Ezzati expresó que su labor en Chile es “una bendición de Dios. Me alegra y me admira la presencia de los misioneros columbanos en los lugares más pobres de nuestra arquidiócesis. Su capacidad de misión, su capacidad de encarnarse en realidades a veces tan difíciles y tan llenas de desesperanza, adonde llevan la esperanza que no engaña, que es Jesucristo y su Evangelio. Quiero expresar mi gratitud, la gratitud de la Iglesia en Santiago y la Iglesia en Chile, por la presencia misionera de tantos hermanos que han dejado su tierra, han dejado posesiones más cómodas para venir a compartir el Evangelio del Señor en medio de nosotros”. Agregó que la Iglesia tiene en su naturaleza la dimensión misionera, “una Iglesia que no se abre a la dimensión universal no es la verdadera Iglesia de Jesucristo”, afirmó. En su homilía, el Arzobispo de Santiago también se refirió a la Solemnidad de este domingo, Jesucristo, Rey del Universo, y precisó que este fiesta no significa dominación, poder como lo entiende el mundo, “sino que es amor que se entrega. Cristo reina desde la cruz, no con una corona de oro, sino con una corona de espinas y su ley no es una ley que se encarne en el poder sobre otros, sino en la ley de las Bienaventuranzas y en la ley del amor”. Durante el ofertorio, fue llevada hasta el altar una reliquia de san Columbano que trajeron los primeros misioneros que llegaron a Chile. Se trata de la única reliquia del santo presente en América Latina. Después de la misa se desarrolló un acto artístico multinacional y una convivencia entre los presentes. Fuente Departamento de Comunicaciones www.iglesiadesantiago.cl |
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