En un principio su destino era Granada, para trabajar con los novicios; antes de llegar a España, en febrero de 2010, los planes cambiaron y lo llevaron a integrar el equipo formador del Posnoviciado de Burgos, donde estuvo dos años y medio. Ahora, a partir de septiembre de este año, Pedro Pablo Carrera se ha integrado a la comunidad del Teologado de Madrid, también con labores formativas, donde permanecerá hasta mediados de 2014. Junto con eso, se está dedicando a dos maestrías, una en Educación en la Universidad Autónama de Madrid y otra en Acompañamiento Espiritual de Jóvenes dictado por el Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil. Desde mediados de julio y hasta finales de agosto pasado, el P. Pedro Pablo Carrera (33), salesiano chileno oriundo de Linares, estuvo en Chile visitando a su familia, tiempo previo al inicio de la segunda etapa de su servicio en España. Luego de dos años y medio en el Posnoviciado de Burgos, perteneciente a la Inspectoría de León (leer crónica) y por petición del P. José Miguel Nuñez, Regional de Europa Oeste -que comprende las inspectorías de Portugal, España, Francia y Bélgica-, Pedro ha comenzado un nuevo desafío como formador de los estudiantes de Teología salesianos, casa formativa que, fruto de la restructuración que vive la España salesiana, estableció su sede en Atocha, centro de geográfico de Madrid y de toda España. En Burgos el P. Pedro desarrolló varios servicios además de la formación en el Posnoviciado: se desempeñó como vicario parroquial en una parroquia diocesana, realizó una capellanía en un colegio de las Hijas de María Auxiliadora, trabajó en las plataformas sociales con proyectos de reforzamiento escolar y dictó un curso de Cultura Iberoamericana en la Universidad de la Experiencia (UNEX), destinado a personas mayores. En vista de los fuertes movimientos de reestructuración que viven los salesianos en España con miras a la unificación de las Inspectorías en 2014, la casa del Posnoviciado de Burgos fue trasladada a las dependencias de la casa del Noviciado en Granada, dado que los novicios comenzarán a ser enviados a Roma por los próximos tres años. La etapa de los estudios teológicos, que hasta este mes de junio se realizaba en Sevilla y Barcelona, se ha establecido en Madrid. Haciendo una valoración de su estancia en España, Pedro nos dice: “El hecho de estar conformando el equipo formativo del Teologado es un voto de confianza y a la vez validación del trabajo realizado en Burgos. Ahora en Madrid, con Gracia de Dios, espero estar a la altura de este nuevo desafío”. Aprovechando lo estratégico de una ciudad como Madrid, Pedro inició estudios de Maestría en la Universidad Autónoma, en un programa de carácter presencial sobre Mejoramiento de la calidad de la educación y conducción de instituciones educacionales. Además, desde mediados de 2011 está realizando una maestría en Acompañamiento Espiritual de Jóvenes, programa que dicta el Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil en el que participan 24 personas: ocho salesianos, ochos hijas de María Auxiliadora y ocho laicos. Pedro comenta que la Inspectoría de Madrid, a pesar de lo pequeño de su territorio geográfico, es una de las que tiene más vida salesiana, mayor cantidad de hermanos (cerca de 250), más vocaciones, diversidad de obras con predominio de los colegios y los centros juveniles; posee también una potente plataforma de trabajo social que mueve mucha gente. Acerca del proceso de reestructuración que viven los Salesianos en España, Pedro explica que uno de los principales desafíos de la unificación de las seis Inspectorías es trabajar no sólo por los cambios de estructura física y gestión, sino que lograr cambios a nivel de las personas, trabajar por una transformación espiritual que reavive el carisma. El foco se ha puesto allí reconociendo las grandes diferencias culturales. “Tengo la impresión que son seis países distintos (cada Inspectoría). Por ejemplo, la gente del país vasco es muy distinta a la del sur de Andalucía. Las culturas son muy distintas. Son formas de hacer diferentes”. Al concluir la entrevista con la Oficina de Información Salesiana, Pedro agradeció la oportunidad brindada para visitar su familia y amigos en Chile y destacó una experiencia vivida en Annecy, tierra de san Francisco de Sales en Francia, donde realizó sus ejercicios espirituales. Durante ocho días se compenetró del espíritu salesiano recorriendo los lugares en que el santo nació, vivió y realizó su misión. “Ha sido una experiencia increíble. A través de la visita de los lugares, un experto sacerdote, Eugenio Alburquerque, nos fue introduciendo en la fructífera vida y espiritualidad de nuestro santo patrono”. Fuente: Oficina de Información Salesiana – OFISA. Noticias relacionadas:
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