1° de mayo: Fiesta del trabajo… para tutelar

En muchas naciones del mundo, el 1° de mayo se celebra la Fiesta del trabajo. Un acontecimiento que, nacido fruto de diversos episodios de reivindicación y lucha sindical, recuerda cuánto es actual e importante hoy tutelar este derecho, sobre todo por los jóvenes.

La Fiesta del Trabajo nace como recuerdo de las batallas de trabajadores por la conquista de un horario de trabajo cotidiano de ocho horas. La primera ley que tutela este derecho fue promulgada en el año 1867 en Illinois (USA) y después, la Primera Internacional pide a las legislaciones símiles de introducir también en Europa esta ley. El origen de la fiesta nace fruto de la manifestación organizada en estados Unidos por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo – “Knights of Labor” – el 5 de septiembre de 1882 en New York. La fecha del 1° de mayo del año 1886 en Chicago llamada revuelta de Haymarket será recordada por las condenas a los que participaron, pero también será recordada porque poco a poco se conquistará este derecho.

De la dignidad y del derecho al trabajo no sólo se han ocupado los sindicalistas, también grandes pensadores, sociólogos y además los Pontífices del siglo XX. La doctrina social de la Iglesia, desgraciadamente poco reconocida, es un patrimonio de pensamiento que ha conjugado dignidad de la persona y del trabajo.

En muchas naciones, paradójicamente también las más “desarrolladas”, en los últimos años no se habla de fiesta.

A los jóvenes les viene negada la posibilidad de construirse un mañana mejor. Algunos analistas ya hablan de generaciones comprometidas en la posibilidad de tener un futuro mejor.

No nos interesa entrar en debates que frecuentemente se convierten en demagogia, pero, como Salesianos, queremos recordar el día del trabajo en la perspectiva juvenil. Uno de los campos privilegiados de la acción educativa y de la evangelización de los hijos de  Don Bosco es la formación para el trabajo; un compromiso por guiar los jóvenes a ser protagonistas de su propia realización humana. En muchas naciones, sobre todo en las menos desarrolladas, los centros de formación profesional y los cursos de formación para trabajo, promovidos por los salesianos, son un verdadero patrimonio para cada persona y para el territorio.

Muy significativas son las palabras de un salesiano que, desde hace años comprometido con el trabajo pastoral con los muchachos más necesitados, explica su visión cristiana, salesiana y humana del trabajo: “me gusta pensar el 1° de mayo como la Fiesta de San José trabajador. En sus manos coloco las lágrimas y las esperanzas de tantos pobres hermanos, en la desesperad búsqueda del trabajo. Sin embargo tengo fe que el mañana será mejor”.

Fuente: InfoANS.

ANS_Dia_del_Trabajo
Noticias relacionadas:

{module 98}

{module 67}