Entrevista al P. José Carlos Contreras sdb, salesiano de México acusado injustamente de violación y asesinato de la joven Itzachel Shantal por un Juzgado de la ciudad de San Luis de Potosí. La agencia internacional noticiosa de la Congregación, InfoANS, replica la entrevista publicada el 15 de abril por el semanario “Desde la fe”, editado por la Arquidiócesis Primada de México. A continuación la entrevista: El padre José Carlos Contreras se encuentra sentado en una silla de plástico dentro de la Sala Estatal de Derechos Humanos del Penal de La Pila, en San Luis Potosí. Mientras descansa sus antebrazos sobre un viejo escritorio, no puede dejar de pensar en la “ilegal” sentencia en su contra por el asesinato de la joven Itzachel Shantal, en octubre de 2007: 33 años y seis meses de prisión. La pena le fue dada a conocer el 22 de noviembre del 2011 por la tarde. — Me quedé estupefacto, pues es-taba seguro de que habíamos hecho más de lo necesario para demostrar mi inocencia. Sin embargo, el religioso sabe perfectamente que su proceso ha estado lleno de irregularidades, y por esa razón, no le pareció extraño que la jueza Juana María Castillo descartara a priori las pruebas que avalaban su inocencia, y mucho menos que el Tribunal Superior de Justicia del estado rechazara la apelación y respaldara el veredicto. Esta sentencia de 33 años y seis meses significa para el padre José Carlos Contreras vivir el resto de sus días tras las rejas. Es consciente de ello, pero se niega a aceptarlo, pues se sabe víctima de una infamia, y por esa razón no se resigna a dejar de luchar por su libertad. —Hay una deuda con la verdad— asegura el religioso, quien para algunos es sólo un chivo expiatorio, mientras que para otros es un preso político. —Pero hay algo de lo que no me cabe la menor duda: soy una víctima más del sistema de justicia mexicano. El salesiano tiene conocimiento de que su caso será llevado ahora a instancias federales, “lejos del contubernio entre los poderes Ejecutivo y Judicial de San Luis Potosí”, y tiene confianza en que tarde o temprano quedará en libertad. —Eso es por lo que hemos estado luchando y no renunciaremos — dice—. Uno no esconde nada, y la sociedad espera justicia, aunque no se ha dado hasta ahora. Todos confiamos en que las autoridades federales analicen con cuidado las pruebas y hagan justicia; no sólo para mí, sino también para Itzachel Shantal. —¿Después de lo que ha vivido, sigue creyendo en la justicia mexicana? Coge al vuelo la pregunta y responde: Pues no me queda de otra si quiero salir algún día de aquí-. Dice el sacerdote con la alegría inquebrantable que le caracteriza, y esa fuerza que, asegura, le viene de Dios para soportar esta “calumnia”. Fuente: InfoANS. |
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