Con ocasión de la celebración de la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas y comunicadores, este jueves 24 de enero el Papa Benedicto XVI ha hecho público su Mensaje para la 42ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, en este año 2008 inspirada en el tema: “Los medios: en la encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la verdad para compartirla”. Esta jornada
En su mensaje para esta Jornada, el Pontífice subraya la importancia del papel que estos instrumentos tienen en la vida de las personas y de la sociedad, y manifiesta que las potencialidades extraordinarias que han logrado por su vertiginosa evolución tecnológica, plantean nuevos e inéditos interrogantes.
Al reconocer las distintas contribuciones de los medios a la sociedad, plantea el Papa que los medios en su conjunto no solamente son medios para la difusión de las ideas, sino que pueden y deben ser también instrumentos al servicio de un mundo más justo y solidario. Sin embargo, alerta sobre el riesgo de que, en vez de ello, se transformen en sistemas dedicados a someter al hombre a lógicas dictadas por los intereses dominantes del momento. “Éste es el caso de una comunicación usada para fines ideológicos o para la venta de bienes de consumo mediante una publicidad obsesiva (…) Además, para ampliar la audiencia (…) a veces no se duda en recurrir a la transgresión, la vulgaridad y la violencia”.
El cambio de rol de los medios
Benedicto XVI estima que es necesario preguntarse si es sensato dejar que los medios de comunicación se subordinen a un protagonismo indiscriminado o que acaben en manos de quien se vale de ellos para manipular las conciencias.
Al respecto, invita a “tomar conciencia del viraje, diría incluso del cambio de rol que los medios están afrontando. Hoy, de manera cada vez más marcada, la comunicación parece tener en ocasiones la pretensión no sólo de representar la realidad, sino de determinarla gracias al poder y la fuerza de sugestión que posee. Se constata, por ejemplo, que sobre algunos acontecimientos los medios no se utilizan para una adecuada función de informadores, sino para “crear” los eventos mismos. Este arriesgado cambio en su papel es percibido con preocupación por muchos Pastores”, sostiene el Santo Padre.
Benedicto XVI destaca la necesidad de reafirmar que no todo lo que es técnicamente posible es también éticamente realizable. “El impacto de los medios de comunicación en la vida de las personas contemporáneas plantea, por lo tanto, interrogantes ineludibles y espera decisiones y respuestas inaplazables”.
La dignidad humana y la “info-ética”
El Papa deja en claro que en el ámbito de la comunicación social también están en juego dimensiones constitutivas del ser humano y su verdad. “Cuando la comunicación pierde las raíces éticas y elude el control social, termina por olvidar la centralidad y la dignidad inviolable del ser humano, y corre el riesgo de incidir negativamente sobre su conciencia y sus opciones, condicionando así la libertad y la vida misma de las personas. Precisamente por eso es indispensable que los medios defiendan celosamente a la persona y respeten plenamente su dignidad”.
Sobre este asunto, el Vicario de Cristo alude a la necesidad de una “info-ética”, del mismo modo que existe la bio-ética en el campo de la medicina y de la investigación científica sobre la vida, y al mismo tiempo invita a “evitar que los medios se conviertan en megáfono del materialismo económico y del relativismo ético, verdaderas plagas de nuestro tiempo”.
En este sentido, destaca que la búsqueda y la presentación de la verdad sobre el hombre son la más alta vocación de la comunicación social. “Utilizar para este fin todos los lenguajes, cada vez más bellos y refinados, de los que los medios disponen, es una tarea entusiasmante (…) que nos corresponde en cierto modo a todos, porque en esta época de globalización todos somos usuarios y a la vez operadores de la comunicación social”.
Rediseñar el rostro de la comunicación
Al constatar que los nuevos medios, en particular la telefonía e Internet, están modificando el rostro mismo de la comunicación, Benedicto XVI sugiere que tal vez ésta es una maravillosa ocasión para rediseñarlo y hacer más visibles, como decía su predecesor Juan Pablo II, las “líneas esenciales e irrenunciables de la verdad sobre la persona humana”.
Concluye el Santo Padre su mensaje afirmando que el hombre tiene sed de verdad y la busca. “La verdad que nos hace libres es Cristo, porque sólo Él puede responder plenamente a la sed de vida y de amor que existe en el corazón humano. Quien lo ha encontrado y se apasiona por su mensaje, experimenta el deseo incontenible de compartir y comunicar esta verdad”, señala, invocando al Espíritu Santo “para que no falten comunicadores valerosos y testigos auténticos de la verdad”.
San Francisco de Sales, Patrono de los Periodistas
San Francisco de Sales fue un escritor que se distinguió por decir la verdad con elegancia y sin herir a nadie, por escribir y hablar con tanta delicadeza que nadie se sentía molesto; un escritor y orador que no buscaba el morbo sino la transmisión de la simple y llana verdad evangélica. Y supo comunicar la idea de que todo lo auténticamente humano es cristiano.
Dotado de grandes aptitudes comunicativas y dotes psicológicas para conocer y acompañar a las personas, San Francisco de Sales predicaba y escribía de manera tan sencilla que hasta las personas más humildes y pobres lo podían entender.
San Francisco de Sales escribió más de 30.000 cartas, con ágil y fresco estilo literario -hoy diríamos periodístico-, en las que sobresalió como espléndido comunicador de valores e introdujo la praxis de dirigirse a sus fieles mediante unas hojas u octavillas -como precedente de los modernos medios de comunicación-, que distribuía por los hogares. Por esta razón, en el año 1923 el Papa Pío XI lo nombró patrono de los periodistas y escritores católicos.
Fuente: PCCS – OCLACC – Prensa CECh