El papa Benedicto XVI celebró la solemne misa de Año Nuevo en la basílica de San Pedro, donde destacó que “la estrecha relación que existe entre la familia y la construcción de la paz en el mundo”.
El Pontífice invocó la bendición divina sobre el nuevo año e imploró “por intercesión de María madre de Dios el don de la paz para las familias, las ciudades y el mundo entero”.
“Todos aspiramos a vivir en la paz, en la paz verdadera; la que los ángeles anunciaron en la noche de Navidad no es simple conquista del hombre o fruto de acuerdos políticos, sino ante todo don divino que debe implorarse constantemente y, al mismo tiempo, compromiso que llevar adelante con paciencia siendo siempre dóciles a los mandamientos del Señor”, dijo el Papa.
El Santo Padre consideró que no se da verdadero empeño por la paz si no se defiende a “la familia natural que, fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, es la principal agencia de paz”, pues es “cuna de la vida y del amor”.
“La negación de los derechos de la familia o las restricciones a tal derecho, oscurecen la verdad del hombre, amenazan los fundamentos mismos de la paz”, advirtió.
Asimismo, Benedicto XVI destacó que “la humanidad es una gran familia” y que “si quiere vivir en paz sólo ha de inspirarse forzosamente en los valores en que se funda y rige la comunidad familiar”.
También en el Angelus
Benedicto XVI expresó similares conceptos durante el rezo del Angelus desde la ventana de su despacho privado, que se asoma a la plaza de San Pedro del Vaticano, donde había miles de personas.
En particular, el Pontífice invocó a
Fuente: AICA