Los hermanos Robert y Leszek Kruczek, ambos sacerdotes salesianos, entregaron recientemente al Rector Mayor, P. Pascual Chávez el encargo que él mismo les hiciera: un cuadro pintado por ellos con la imagen del beato Miguel Rúa, alumno y primer sucesor de Don Bosco.
El Rector Mayor pidió a los dos jóvenes artistas polacos, ya conocidos por sus obras y autores de un retrato del mismo P. Chávez, que realizaran una pintura de don Rúa sonriendo para superar la imagen tradicional salesiana que, inspirados en algunas fotografías, presentaba al beato siempre bastante serio.
La pintura representa, con la fescura típica de una fotografía instantánea, a don Rúa que, sorprendido mientras rezaba el breviario, sonríe al observador. Un precioso detalle, que da a la pintura un valor simbólico, es la sombra que el personaje proyecta sobre el muro que hace de fondo en la que se vislumbra la sombra de Don Bosco.
Los dos hermanos, antes de realizar la pintura, como siempre hacen antes de comenzar un trabajo leyeron atentamente una biografía del beato, “de ello emerge que era un hombre alegre”, dijo el P. Robert, principal autor de la obra. La sonrisa, en efecto, es un aspecto que distingue los trabajos, esculturas y pinturas de los dos hermanos como por ejemplo, el pesebre realizado en su parroquia de Cracovia donde los distintos personajes, incluidos María y José, sonríen.
“Es una característica que hemos heredado de nuestra familia, donde todos sonríen”, dicen los hermanos Kruczek, quienes agregan: “Sabemos que tenemos la responsabilidad comunicar, a través de nuestras obras, los valores positivos de la vida, y nos sentimos como salesianos, colaboradores en la construcción del Reino de Dios, evangelizando con las imágenes”.
El cuadro será colocado al comienzo del corredor de las oficinas del Vicario del Rector Mayor, siguiendo el ejemplo del cuadro de Don Bosco que introduce al despacho del Rector Mayor.
Fuente: InfoAns