La Universidad Católica Silva Henríquez celebró la inauguración del año académico este viernes 15 de abril.
La habitual clase magistral para la comunidad universitaria que se desarrolla en este evento, en esta oportunidad fue dada por el Provincial de los Salesianos y Gran Canciller, P. Alberto Lorenzelli.
El P. Alberto ofreció contundentes reflexiones y miradas en torno al tema “Como Don Bosco, Apóstoles de la Esperanza. Universidad Salesiana Hoy: Identidad, Misión y Desafíos”.
Participaron las autoridades de la Universidad Salesiana encabezados por el Rector Jorge Baeza; también académicos; representantes de universidades amigas y estudiantes.
Estuvo presente también el Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati, quien, luego de la ceremonia, bendijo los nuevos laboratorios de la universidad implementados para las carreras del área de la salud.
En las primeras partes de su clase magistral, el P. Alberto desarrolló un profundo análisis que incluyó las actuales corrientes del pensamiento, que se caracterizan por olvidar el horizonte fundamental de la cuestión del sentido, “relegando así a la insignificancia o la sombra toda la dimensión religiosa y trascendente del ser humano”.
El Canciller dijo aún más: “Sabemos que hay una especie de deseo, interés cultural, por relegar la fe a lo irracional, o al sentimentalismo, como si fuera de segunda clase, incluso avergonzándose de la religión; sin embargo, el hombre quiere dos cosas principalmente: en primer lugar el conocimiento de la verdad que es característico de su naturaleza, y en segundo lugar la permanencia en el ser, una característica común a todas las cosas. En Cristo es lo uno y lo otro…”.
En materias de desafíos, el Provincial salesiano señaló que la Universidad Salesiana está llamada a ser una institución ejemplar que no restrinja el saber a la funcionalidad de un resultado económico, o meramente técnico, aunque muy especializado, sino que amplía el aliento de los proyectos en los que el don de la inteligencia investiga y desarrolla los dones del mundo creado, la superación de una existencia puramente productiva y de utilidad, visión y opción que asume que el ser humano está hecho “para el don, el cual manifiesta y desarrolla su dimensión trascendente” (Caritas in veritate, 34).
El P. Alberto destacó también la tarea de la Universidad Salesiana por buscar la verdad allí donde el análisis riguroso de la evidencia los lleve. “Sin embargo –agregó-, es preciso decir también que toda invocación del principio de la libertad académica para justificar posiciones que contradigan la fe y la enseñanza de la Iglesia, obstaculizaría o incluso traicionaría la identidad y la misión de la Universidad Católica”.
Rasgos propios
Desarrollando aspectos identitarios el P. Alberto se refirió a los elementos que identifican a la universidad salesiana en el conjunto de las universidades católicas, entre otros:
– La centralidad del joven: Para don Bosco y la Congregación el joven debe estar al centro de todo el proceso educativo-pastoral.
– La preocupación por la comunidad educativo-pastoral: en cuanto tal, dispone de autonomía propia institucional, académica y de gobierno, en el respeto de la misión y de la finalidad que le confía la Iglesia y la Congregación Salesiana.
Refiriéndose a convicciones fundamentales que sustentan la comunidad universitaria el P. señaló la importancia de no reducir a concebirse como organizaciones de trabajo, ni servicios de instrucción o formación teórica. “La implicación de los sujetos se funda en los valores que forman la identidad cristiana, y la colaboración profesional exige que el personal docente y los directivos reflexionen y busquen juntos, colaboren también por medio del diálogo interdisciplinar y compartan sus prácticas”.
En sus conclusiones el Canciller señaló que al centro de la misión educativa de la Universidad debe seguir estando la creación de un clima de mutuo reconocimiento “basado en valores que no son sólo afirmados, sino vividos en el día a día, cuidando las relaciones interpersonales, atendiendo a las exigencias y las necesidades de cada estudiante, en una estrecha relación de unos con otros al interior de la misma comunidad universitaria”.