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El P. Ángel Fernández fue recibido por la comunidad universitaria, compartió con los asistentes y se refirió al rol que se debe cumplir en temas de educación. “Les invito queridos amigos y amigas a que hagamos de nuestra universidad una institución de excelencia, marcando la diferencia en su visión de la vida y con una capacidad para dialogar con las instituciones, con el mundo político y con la fe”, señaló el Padre Ángel Fernández, rector mayor de la Congregación Salesiana, en la visita que realizó a la Universidad Católica Silva Henríquez en el marco del bicentenario del natalicio de Don Bosco. La cita se llevó a cabo el viernes 31 de julio ante una gran concurrencia y contó con un gran simbolismo institucional. Durante la ceremonia, el Padre Fernández, estuvo acompañado por el P. Alberto Lorenzelli sdb. y por el Dr. Jorge Baeza Correa, presidente y gran canciller y rector de UC Silva Henríquez, respectivamente. En su intervención el rector Baeza dio la bienvenida al sucesor de Don Bosco, recordando el sentido que moviliza el actuar de la casa de estudios salesiana, enfatizando que “es cierto que no nacimos al interior de la Congregación Salesiana, es por ello, que no podemos decir que somos la universidad que ellos fundaron en Chile para servir a la juventud de esta nación. No obstante, los designios de la Providencia, nos vincularon desde un inicio a los Hijos de Don Bosco en este país.” La autoridad universitaria realizó un profundo análisis de su rol como institución salesiana y comentó que “debemos aprender a leer los signos de los tiempos con los jóvenes y para los jóvenes. A comprender qué nos está diciendo y pidiendo Dios, a través de los jóvenes. Nos queda mucho por conocer y valorar, positiva y críticamente, de lo que los jóvenes aman. Necesitamos también, estar más abiertos a la novedad, ser más ágiles en innovar, ensayar y arriesgar. Don Bosco nos enseña a no quedarnos mirando, sino a ponernos en primera línea, para ofrecer a los jóvenes una experiencia educativa integral”. Por su parte, el Padre Ángel, aprovechó la oportunidad para agradecer la recepción y el trabajo que realizan de los integrantes de la casa de estudios salesiana, indicando que “estar ante ustedes hoy es una ocasión para darles las gracias por su trabajo, que no dudo en absoluto que profesionalmente es excelente y que además tiene mucho de vocación, un algo especial.” Asimismo, la autoridad eclesiástica y décimo sucesor de Don Bosco, también dedicó minutos de su discurso para referirse a rol que debe tener la institución salesiana en el área de la educación y de la sociedad, señalando que “nosotros, la familia salesiana, no tenemos universidades para que sean una más. No lo digo para ser mejores que otros porque no creo en este lenguaje competitivo en el que incluso los sistemas educativos tantas veces nos meten. Aquí tocamos un punto de identidad de nuestro carisma, ya que sinceramente creemos que tenemos que ser una alternativa en cuanto a la visión social y a la formación en la justicia de los jóvenes universitarios que mañana serán profesionales, que incluso los atenderán a ustedes y a sus hijos. No se puede egresar de nuestras universidades con una mirada simplemente neoliberal donde el tener y el poder se constituyan como criterio de éxito, esos no somos nosotros”. Además de las palabras de ambas autoridades, la ceremonia contó con una emotiva presentación musical a cargo de Ángela Guajardo y María Francisca Barraza, integrantes del grupo musical de pastoral de la universidad. Finalmente, en nombre de la comunidad universitaria de la UC Silva Henríquez, el rector Jorge Baeza y el P. Alberto Lorenzelli hicieron entrega de un significativo regalo al P. Ángel Fernández: un poncho chileno muy similar el que constantemente utilizaba el Cardenal Silva. Asimismo y con el fin de dar a conocer los bailes tradicionales de Chile, en el patio central de la universidad, se presentó el grupo de danza Fraternidad Ayllú, uno de los elencos estables de la UC Silva Henríquez, el cual presentó un cuadro artístico conformado por tres bailes típicos. Fuente: InfoANS. |
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Rector mayor de los salesianos visita la UC Silva Henríquez
El P. Ángel Fernández fue recibido por la comunidad universitaria, compartió con los asistentes y se refirió al rol que se debe cumplir en temas de educación.
“Les invito queridos amigos y amigas a que hagamos de nuestra universidad una institución de excelencia, marcando la diferencia en su visión de la vida y con una capacidad para dialogar con las instituciones, con el mundo político y con la fe”, señaló el Padre Ángel Fernández, rector mayor de la Congregación Salesiana, en la visita que realizó a la Universidad Católica Silva Henríquez en el marco del bicentenario del natalicio de Don Bosco.
La cita se llevó a cabo el viernes 31 de julio ante una gran concurrencia y contó con un gran simbolismo institucional. Durante la ceremonia, el Padre Fernández, estuvo acompañado por el P. Alberto Lorenzelli sdb. y por el Dr. Jorge Baeza Correa, presidente y gran canciller y rector de UC Silva Henríquez, respectivamente.
En su intervención el rector Baeza dio la bienvenida al sucesor de Don Bosco, recordando el sentido que moviliza el actuar de la casa de estudios salesiana, enfatizando que “es cierto que no nacimos al interior de la Congregación Salesiana, es por ello, que no podemos decir que somos la universidad que ellos fundaron en Chile para servir a la juventud de esta nación. No obstante, los designios de la Providencia, nos vincularon desde un inicio a los Hijos de Don Bosco en este país.”
La autoridad universitaria realizó un profundo análisis de su rol como institución salesiana y comentó que “debemos aprender a leer los signos de los tiempos con los jóvenes y para los jóvenes. A comprender qué nos está diciendo y pidiendo Dios, a través de los jóvenes. Nos queda mucho por conocer y valorar, positiva y críticamente, de lo que los jóvenes aman. Necesitamos también, estar más abiertos a la novedad, ser más ágiles en innovar, ensayar y arriesgar. Don Bosco nos enseña a no quedarnos mirando, sino a ponernos en primera línea, para ofrecer a los jóvenes una experiencia educativa integral”.
Por su parte, el Padre Ángel, aprovechó la oportunidad para agradecer la recepción y el trabajo que realizan de los integrantes de la casa de estudios salesiana, indicando que “estar ante ustedes hoy es una ocasión para darles las gracias por su trabajo, que no dudo en absoluto que profesionalmente es excelente y que además tiene mucho de vocación, un algo especial.”
Asimismo, la autoridad eclesiástica y décimo sucesor de Don Bosco, también dedicó minutos de su discurso para referirse a rol que debe tener la institución salesiana en el área de la educación y de la sociedad, señalando que “nosotros, la familia salesiana, no tenemos universidades para que sean una más. No lo digo para ser mejores que otros porque no creo en este lenguaje competitivo en el que incluso los sistemas educativos tantas veces nos meten. Aquí tocamos un punto de identidad de nuestro carisma, ya que sinceramente creemos que tenemos que ser una alternativa en cuanto a la visión social y a la formación en la justicia de los jóvenes universitarios que mañana serán profesionales, que incluso los atenderán a ustedes y a sus hijos. No se puede egresar de nuestras universidades con una mirada simplemente neoliberal donde el tener y el poder se constituyan como criterio de éxito, esos no somos nosotros”.
Además de las palabras de ambas autoridades, la ceremonia contó con una emotiva presentación musical a cargo de Ángela Guajardo y María Francisca Barraza, integrantes del grupo musical de pastoral de la universidad.
Finalmente, en nombre de la comunidad universitaria de la UC Silva Henríquez, el rector Jorge Baeza y el P. Alberto Lorenzelli hicieron entrega de un significativo regalo al P. Ángel Fernández: un poncho chileno muy similar el que constantemente utilizaba el Cardenal Silva.
Asimismo y con el fin de dar a conocer los bailes tradicionales de Chile, en el patio central de la universidad, se presentó el grupo de danza Fraternidad Ayllú, uno de los elencos estables de la UC Silva Henríquez, el cual presentó un cuadro artístico conformado por tres bailes típicos.
