Entrevista al publicista tras el Twitter del Papa

Hablamos en 140 caracteres con el español Gustavo Entrala, CEO de la prestigiosa Agencia 101, responsable de instalar los conceptos tuit y app en una institución de más de dos mil años.

¿Cómo llegaste a trabajar con el Vaticano?

Vi a Juan Pablo II en 1982, cuando era niño. El hecho me marcó. En 2009 el Papa Benedicto XVI publicó una carta en la que habla de Internet. Era la primera vez que un pontífice lo hacía. Ahí se unió mi trabajo en la agencia con mi fe.

¿Y qué pasó?

Hablé con mi socio. Decidimos, sin conocerlo, escribir al portavoz de la Santa Sede. Le contamos lo que hacíamos.

¿Pensaron que les contestarían?

No. Y en el mundo creativo estamos acostumbrados a los no. Pero a los cuatro meses y medio nos respondió el padre Federico Lombardi.

Sorpresa…

¡Sí! Y en su respuesta nos dice que nuestra carta había llegado en el momento adecuado. Comenzamos con un taller sobre las nuevas tecnologías, un entrenamiento.

Y de ahí, ¿cómo consiguieron que el Papa llegara a Twitter?

Argumentamos que el Papa, que no podía viajar por su edad, sí podía llegar a través de Twitter y el teléfono móvil, a muchas personas. El punto era que la vida de la gente está derivando hacia el entorno digital y la Iglesia quiere estar ahí para acompañarles.

¿Por qué eligieron Twitter?

Porque la gente no tiene tiempo de leer. Aquí podemos dar mensajes profundos en poco espacio. Son pequeños suspiros, palabras que se pueden insertar con facilidad en la vida.

¿Y el nombre @Pontifex?

Tras el primer tuit del Papa, hecho desde la cuenta del Vaticano, les propusimos crear una con el nombre de Benedicto XVI, y ellos nos dijeron que era mejor no atribuirla a una figura concreta, sino al Pontífice. Nos pareció una idea fantástica.

¿A Benedicto XVI le gustaba la tecnología?

En el apartamento del Papa no había wifi, tampoco escribía desde un ordenador. Es decir, sin utilizar estos medios, entendió su importancia. De hecho, lo último que hizo antes de subir al avión fue un tuit de despedida.

¿Y cómo fue el momento del primer tuit?

Le llevamos un Ipad, y le explicamos rápidamente en qué consistía.

¿Te dijo algo?

Dijo: “Ya entiendo todo pero, ¿por qué el Papa tiene que estar en Twitter? Yo no había intervenido mucho hasta ese momento. Le sugerí: “Por la gente joven Santo Padre, por la gente joven”. Se entusiasmó y me dijo: “Vamos, adelante”.

¿Qué pasó tras la renuncia de Benedicto XVI?

Lo primero que hicimos fue transmitir a la Santa Sede todos los mensajes que nos llegaron para que el nuevo Papa siguiera tuiteando.

¿Y cuando Francisco asumió como Papa?

La cuenta @Pontifex creció espectacularmente. De tres millones de seguidores se pasó a cinco millones trescientos mil, en menos de un mes.

¿Cómo proyectas su cuenta en el futuro?

Tendrá muchos más seguidores que su antecesor, primero porque las respuestas a sus mensajes son en un 90% positivas.

¿Y con el Papa Benedicto XVI no era así?

Es injusto, porque el Papa Benedicto capitalizó gran parte de la crisis de pederastia en la Iglesia, pese a lo que hizo. Fue el que levantó la manta a estos hechos y, sin embargo, las respuestas a sus mensajes tenían un sesgo más negativo. Con Francisco la reacción ha sido la contraria.

¿De qué cosas habla el Papa?

Su prioridad es la misericordia. Dar al mundo un gran abrazo. Decir que Dios no se cansa de esperar. Es un mensaje de redención. No habla de cosas que puedan dividirnos.

¿Es lo que ustedes han propuesto como estrategia?

No es estrategia. La gente espera de la Iglesia: inspiración, perdón, no recriminación. No debemos perder el norte de cuál es nuestro mensaje. El Papa ha creado un nuevo género informativo con su manera de enfrentar las redes sociales desde el amor.

¿Cómo lo percibe la gente?

Sobre todo los jóvenes, que ya no ven mucha televisión, sienten que la Iglesia está con ellos, donde están.

¿Cómo se genera un tuit del Papa?

A veces el Santo Padre redacta sus tuits, otras se extraen de sus mensajes. Todo se define desde la Secretaría de Estado. Dos personas determinan el ritmo de los tuits, y presentan su contenido al Papa. Otro equipo los traduce. Todo ocurre en la tercera planta del Palacio Apostólico.

¿Qué viene ahora?

Ya creamos The Pope App (Aplicación móvil para seguir al Papa en directo). También vienen las historias. Hay que sacar a la luz todo aquello que pasa en la Iglesia, mostrarlo en los nuevos medios.

Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago

www.iglesiadesantiago.cl

Santiago, 02/05/2013

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