Tortura del Poder, nueva forma de violación a los Derechos Humanos

Con la Clase Magistral sobre “Derechos Humanos en el Chile de Hoy” , Monseñor Luis Infanti de la Mora dio Inicio al Año Académico 2012 en la Universidad Católica Silva Henríquez.

¿Qué haría el Cardenal Silva en el campo de los derechos humanos en la sociedad actual? fue la pregunta planteada por el rector de la UCSH, Jorge Baeza Correa, en la ceremonia de inauguración realizada el 23 de abril en la Casa de Estudios.

El desafío para este año está centrado en obtener la tercera acreditación institucional y fortalecer la vinculación con el medio, la que deberá estar guiada por la promoción de los Derechos Humanos, comentó Baeza en el discurso inaugural.

“El respeto y la promoción de los Derechos Humanos, no debe ser sólo una guía en nuestra vinculación con el medio, sino también un importante contenido y práctica en la formación de nuestros estudiantes, una motivación poderosa al escoger los temas de nuestros trabajos de investigación y una exigencia diaria en la forma de gestionar nuestra universidad”, agregó la autoridad.

Para profundizar en este tema, en la ocasión fue invitado el actual Obispo de Aysén, Monseñor Luis Infanti, quien se ha destacado por su vinculación en la defensa de los trabajadores frente a una sociedad donde existe primacía del mercado, como también a la defensa del agua, donde los intereses económicos olvidan el respeto a la naturaleza.

Clase Magistral

Durante la exposición, Monseñor se refirió a las formas que actualmente violan los derechos fundamentales. Según explicó “la Tortura que hirió gravemente a Chile décadas atrás, con las violaciones a los derechos humanos, e hirió la dignidad y el alma de Chile tiene hoy rostros, estilos y estrategias diferentes, pero es una Tortura igualmente ofensiva, inhumana e inmoral, porque hiere gravemente y margina a amplios sectores sociales y desespera a tantos hermanos y hermanas que buscan dignidad y derechos. Es la ?Tortura del Poder?, económico, político, judicial, que crea excluidos, marginados, de la dignidad y de los bienes que Dios creó para todos”.

En su discurso también destacó el importante trabajo realizado por el Cardenal Silva en esta área y el legado que debe seguir la sociedad chilena, para no olvidarnos de la dignidad de las personas. “Derechos que exigen la dignidad: de la persona; de las comunidades; de las culturas; de los pueblos, miembros de la humanidad, como una sola familia que vivimos en la casa común, nuestro planeta cada vez más enfermo, deteriorado, depredado, cada vez más invivible y que deja profundas interrogantes para la visibilidad de las futuras generaciones. La violación a estos derechos son ya una violencia que cuestiona y desafía nuestra ética, nuestra espiritualidad, nuestra fe, y va incubando un potencial de indignación, de mayor violencia entre sectores sociales, entre pueblos”, comentó Infanti.

Por otra parte Monseñor invitó a los asistentes a ser partícipes y protagonistas de los desafíos como país, porque “sentimos la urgencia de que crezca más aún la conciencia del pueblo, de los ciudadanos para hacer valer su dignidad y sus derechos pues el silencio, la pasividad y la indiferencia de la ciudadanía favorece y acrecienta la injusticia, la pobreza, la exclusión, la violencia”, enfatizó.

Sobre Monseñor Luis Infanti De la Mora

Nacido en Udine, Italia, el actual obispo de Aysén, Monseñor Luis Infanti realizó sus primeros votos como fraile siervo de maría; estudió filosofía y teología en la pontificia universidad católica de Santiago y fue ordenado sacerdote en Bolivia el año 1990.

Su ordenación episcopal fue presidida por el Nuncio Apostólico, Mons. Luigi Ventura, representante de Su Santidad Juan Pablo II en nuestro país, el día 5 de diciembre de 1999 como el quinto Obispo de Aysén.

Al momento de ser electo Obispo Vicario eligió como lema: “a Jesús por María”, a través del cual marca la senda a recorrer en su servicio como pastor de la iglesia de esa región.

Al igual que el Cardenal Silva, Monseñor Infanti es reconocido y valorado en nuestro país por su trabajo en el campo de los derechos humanos.

Ha sido protagonista de los principales conflictos ocurridos en su vicariato, apoyando las demandas de los movimientos sociales de la zona, además de actuar como mediador en el caso de Hidroaysén.