Encomendados a la presencia y acción del Espíritu Santo, animados por la reflexión del Consejero General, P. José Luis Núñez, que ahondó sobre la “esperanza teologal”, entre otros temas, los cerca de 80 salesianos consagrados y 11 laicos de la Inspectoría Salesiana de Chile, iniciaron, este viernes 14 de octubre, los trabajos de la segunda Asamblea de Resignificación del año actual, en el Centro de Espiritualidad de Lo Cañas, instancia que concluye el sábado 15 y que continúa el proceso iniciado con la primera asamblea celebrada en julio pasado. La Eucaristía tuvo una connotación especial por la presencia de cinco de los seis salesianos que cumplen este año sus Bodas de Oro Sacerdotales.
Luego de la oración inicial en la capilla del Centro de Espiritualidad, los integrantes de la Asamblea se trasladaron hasta el auditorio, para recibir el primer saludo del P. Inspector Leonardo Santibáñez, quien hizo un recorrido por los salesianos presentes, de acuerdo a las comunidades, de Iquique a Punta Arenas, y destacó la presencia del grupo de laicos invitados, integrado por miembros de la Familia Salesiana, miembros de las obras, equipos e instituciones de la Congregación con vasta trayectoria pastoral y laboral.
El P. Inspector también destacó la presencia en la Asamblea del P. José Miguel Prieto, salesiano que se integra a la Inspectoría temporalmente luego de algunos años de servicio misionero en África. Además leyó la carta de la comunidad de la presencia de Copiapó, ausente en la Asamblea, por encontrarse en proceso de reanudación de actividades luego de un dilatado tiempo de “toma” de las dependencias por parte de los alumnos.
Concluida la primera intervención del Inspector, inició la motivación el P. José Miguel, quien agradeció la posibilidad de formar parte de esta instancia tan importante para la Inspectoría, en el contexto de la visita que realiza, iniciada hace un mes y medio, tiempo en el que ha recorrido 15 presencias y ha dialogado con cerca de 90 salesianos.
“Miren que yo hago nuevas todas las cosas” (Ap 21,5) fue el pasaje de la Escritura elegido por el Visitador para iniciar la reflexión, expresión que consideró “debiera ser el eje central de esta jornada, el telón de fondo” y la catalogó como un canto a la “Esperanza Teologal” y no a un “optimismo vital”. Esta esperanza es, dijo, la profunda convicción de que “Dios hace todo en nuestras vidas”.
Sobre el término “resignificación”, el Visitador indicó que no es un proceso exterior a los salesianos, un decir, “otros lo harán”. Quiere decir que cada uno debe resignificar su vida; esto es que vuelva a ser signo auténtico y creíble, dejar a Dios ser Dios, un nuevo Pentecostés que saque todas las potencialidades dormidas.
En base el texto bíblico tomado del Apocalipsis, en el cual Dios le pregunta a Elías “¿Qué haces?, sal ponte en pie y desanda tu camino”, el P. Núñez señaló que éste debiera ser la pregunta para la Congregación. “No nos vale la autocomplacencia ni nos convencen los voluntarismos. No nos sirven los discursos grandilocuentes ni el regreso al pasado glorioso. Ni siquiera nos mantiene la buena voluntad de querer seguir adelante a toda costa, confiando en nuestras fuerzas y en nuestros cálculos. Son otros dioses, hechura de manos humanas. Dios no está en el huracán, ni en el terremoto, ni en el fuego. Hemos de saber percibir su presencia en medio del desconcierto, de la huida, del estruendo de los profetas de las calamidades. Dios en como una brisa tenue”.
Luego agregó: “De eso se trata. De volver a escuchar la brisa tenue de Dios. Recuperar el centro… pero siguiendo el sendero de la humildad, de la debilidad, de la autenticidad, de la pobreza para abrirnos radicalmente a Dios. Es momento para la fe. Para la experiencia de abandono en las manos de Dios, de confianza plena en Aquel que nos sostiene y nos lleva en la palma de su mano y conduce nuestros pasos. Es momento para la esperanza inquebrantable. Llamar a las cosas por su nombre, afrontarlas y no mirar para otro lado”.
El P. José Miguel también explicó que el sentido de la resignificación para los consagrados está en poner “fuego en nuestras entrañas”. Señaló que es el momento de hacer surgir un nuevo estilo de vida consagrada, más teologal, en que Dios sea centro, con una sola respuesta: “Tú eres mi Dios y fuera de ti no tengo ningún bien”. Enfatizó en que “cualquier camino de renovación personal, comunitaria e institucional deberá recuperar el centro. Nuestros límites y nuestras posibilidades están aquí. Sólo en Dios”.
Concluida la intervención del P. Núñez, el P. Nelson Moreno, Director de la Presencia de Puerto Montt, en su calidad de Regulador de la Asamblea, realizó una presentación del proceso que realiza la Inspectoría para la Resignificación, iniciado con el Capítulo Inspectorial 2010, motivado por el Rector Mayor en su visita en marzo de este año, gatillado más concretamente con la primera Asamblea celebrada en julio pasado. Luego de mostrar los detalles del trabajo de preparación y ejecución de la asamblea anterior, así como también de las comisiones técnicas que procesaron la información y las reflexiones a posterior, el P. Nelson dio el paso al P. Galvarino Jofré para explicar la metodología usada por las comisiones y que se utilizará en el trabajo de estos dos días.
Respondidas algunas consultas acerca de la metodología que se utilizará para el trabajo, los integrantes de la Asamblea se dirigieron hasta la capilla del Centro de Espiritualidad para celebrar la Eucaristía, que tuvo una especial connotación por la presencia de cinco de los seis sacerdotes salesianos que cumplen este año sus Bodas de Oro Sacerdotales: Alfonso Horn, Sergio Body, Rolando Castro, Juan Garbarino, y Luis Peragallo, acompañados del Obispo Emérito de Punta Arenas, Mons. Tomás González, compañero de noviciado de estos salesianos. Por motivos de salud no pudo estar presente el P. Hugo Saldaño.
Durante la tarde de este primer día de Asamblea, será presentado el documento sub Comisión “Formación” para luego trabajarlo en grupos.
Fuente: OFISA.