Padre Alfonso Quintas, trabajador incansable y sencillo

1209_01.jpgCon la esperanza de un día encontrarse nuevamente en el cielo, la Familia Salesiana de Santiago despidió, en la tarde del lunes 12 de septiembre, al salesiano sacerdote Alfonso Quinta Aranda, fallecido el viernes, a poco de cumplir los 90 años de edad.

Condolencias (21)

1209_02.jpgLa Eucaristía celebrada en la parroquia “Sagrada Familia” de Macul- la misma donde el P. Alfonso recibió su ordenación sacerdotal hace casi 60 años-, fue presidida por el P. Inspector Leonardo Santibáñez, concelebrada por el Obispo Emérito de Punta Arenas, Mons. Tomás González; el Obispo de Arica, Mons. Héctor Vargas, y salesianos de varias comunidades, tanto de Santiago como del resto del país.

En las primeras bancas del templo, al que llegaron, amigos, miembros de la comunidad parroquial y representantes de la Familia Salesiana, se destacó entre la familia la figura del P. Fernando Quintas, hermano mellizo del P. Alfonso, que caminó siempre junto a él en su vocación sacerdotal y salesiana.
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Durante su homilía, el P. Inspector repasó algunos momentos de la vida del P. Alfonso, destacando su característica de “trabajador incansable”, cualidad que sus superiores destacaron en su profesión perpetua. Además recordó algunas anécdotas del P. Quintas, como la existencia de la famosa “Alfonsina”, citroneta fiel y viejaque usó mientras pertenecía a la comunidad de Valdivia que terminó sus días en manos de algunos prenovicios que quisieron arreglarla.

El P. Santibáñez destacó que las palabras escritas por el Arzobispo de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati a modo 1209_04.jpgde condolencias, resumen bastante bien los testimonios que muchas personas han dado del P. Alfonso. Mons. Ezzati escribió textualmente: “Admiré en él la sencillez y la fidelidad de un hermano bueno, apostólico, cariñoso. Me recordaba el elogio del Evangelio, ‘un verdadero israelita en el cual no hay engaño’. Agradezco al Señor haber compartido con él mucho momentos de vida salesiana. El Señor le otorgue el premio de los justos”.

Una bendición
Una de sus sobrinas, Pilar, hija de su hermano mayor Domingo, definió como una bendición para la familia 1209_05.jpghaber tenido dos tíos sacerdotes: “Para nosotros es un privilegio. También escuchar los testimonios de las personas que hablan de su amor, de su entrega, y que a pesar de su edad y sus dolores, él quería solamente servir. Eso es reconfortante para la familia, aparte de ser una tremenda bendición”.

Pilar comenta que “los recuerdos más lindos, son los de la infancia, por supuesto, porque cuando llegaban en los veranos (Alfonso y Fernando), era fiesta en mi casa. Mi papá preparaba todo para atenderlos lo mejor posible. A ellos les gustaba mucho estar con nosotros y a nosotros, lo helados que ellos nos compraban. A las sobrinas nos traían vestidos muy lindos hechos por las monjitas, esos son los recuerdos más remotos que tengo”.

Los padres Quintas tuvieron tres hermanos- Domingo, María y Margarita- cinco sobrinos, seis sobrinos nietos y dos sobrinos bis nietos. Ambos en la actualidad, pertenecían a la comunidad Felipe Rinaldi.

Fuente: Área de Comunicaciones.

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