Día de la Fidelidad 2011 en Santiago: Ser signos visibles, creíbles y salvíficos para los Jóvenes

1708_02.jpgUn número significativo de jóvenes participó en la celebración del Día de la Fidelidad en Santiago, fiesta de la Familia Salesiana celebrada el 16 de agosto de cada año, día del Natalicio de Don Bosco, esta vez el número 196. Especial connotación tuvo la ceremonia por el inicio del camino de preparación al bicentenario del nacimiento del Padre y maestro de los Jóvenes (2015).

A la luz de la Palabra de Dios, el P. Inspector motivó a la Familia Salesiana en el proceso de resignificación que enfrenta la Congregación y les exhortó sentir hoy más que nunca el reto de ser signos visibles, creíbles y salvíficos para los jóvenes.

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Como de costumbre, la capilla del Colegio “El Patrocinio de San José” se copó de integrantes de los grupos de la Familia Salesiana, amigos de Don Bosco y miembros de la comunidad educativa local el martes por la tarde, para manifestar en la Eucaristía una especial intención de agradecimiento y bendición a Dios por suscitar y sostener el Carisma Salesiano en todo el Mundo, y para renovar su promesa de fidelidad al mismo. Presidió la celebración el P. Inspector Leonardo Santibáñez. Concelebraron los integrantes del Consejo Inspectorial P. Carlo Lira y P. Luis Peragallo, junto a salesianos de todas las comunidades de Santiago.

La fiesta del 16 de agosto de 2011 ha sido particularmente significativa porque ha dado inicio al camino de preparación al bicentenario del nacimiento de Don Bosco propuesto por el Rector Mayor, que estipula tres etapas anuales (leer crónica). Tal situación se hizo notar al inicio de la 1708_04.jpgcelebración, antes de la proclamación de la Palabra, con un signo en cual un joven encendió un cirio que acompañará a la Familia Salesiana estos tres años, el que fue llevado hasta el altar.

Homilía
En la primera parte de su homilía, el P. Inspector ahondó en la Palabra proclamada del profeta Oseas, en la que insiste en llamar a la conversión, situando este llamado en el contexto de especial dificultad que vive hoy toda la Iglesia. “En este día especial para nuestra familia, el Señor nos regala una vez más su Palabra que ilumina nuestra vida de apóstoles, especialmente en este tiempo en que 1708_05.jpgpareciera que las circunstancias tuvieran una fuerza tal que hace tambalear nuestras convicciones más profundas.

Sobre este mismo tema, el P. Leonardo señaló además que “somos conscientes de las dificultades que como Iglesia, como Congregación y como familia carismática estamos viviendo. Nos hacemos preguntas fundamentales: ¿en quién creemos?, ¿a quién servimos?, ¿a quién seguimos?, ¿dónde está nuestro tesoro? Todas estas interrogantes enmarcadas en un proceso de resignificación que nos lleve a ser signos más claros y creíbles del amor de Dios por los jóvenes más pobres y abandonados. Debemos dar vida a este proceso de resignificación desde su razón más profunda: el Evangelio.

1708_06.jpgRespecto del camino de resignificación, el P. Inspector indicó además que lejos de generar temor, debe hacer vivir toda la riqueza que está dentro como don y tarea; debe ayudar a generar y transformar con nuevas expresiones los valores evangélicos y carismáticos presentes. “Yo les invito a vivirlos con serenidad, con actitud de fe, dando valor a las diferencias y discerniéndolas en el alcance que poseen dentro del conjunto de nuestra familia”.

Refiriéndose al Evangelio proclamado en la Misa sobre el llamado del Señor a ser sal y luz del Mundo, el P. Inspector señaló que “hoy más que nunca sentimos con fuerza el reto de ser signos visibles, creíbles y salvíficos para los jóvenes. Para que ellos descubran la vida como llamada a seguir a Cristo. Somos sal y luz para que ellos superen sus individualismos, abandonen la cultura de la autorrealización y construyan su futuro sustentados en Jesús… ser sal y luz del mundo es ayudar a que en nuestro país puedan surgir familias capaces de un autentico testimonio de coherencia con la verdad y la justicia. Que puedan formarse jóvenes con una fuerte estructura de convicciones 1708_07.jpgsustentada en la propuesta de Cristo, que conduzca sus vidas y que comprometa sus energías en la construcción de un país como el que soñó nuestro hermano el cardenal Raúl”.

Presentación de ofrendas
Ante el altar y junto con el pan y el vino, fueron presentadas varias ofrendas con diversos significados: con la idea del proceso de resignificación para volver a Don Bosco, un joven llevó las constituciones, estatutos y proyectos de vida de los grupos de la Familia Salesiana; en relación al inicio de la primera etapa del camino de preparación al bicentenario, un joven llevó las memorias del oratorio, para profundizar sobre la figura de Don Bosco; jóvenes también llevaron distintos elementos que representan su servicio pastoral en los oratorios festivos y todos sus anhelos de construir Chile más justo; finalmente fue llevada hasta el altar una casulla y un cáliz que pertenecieron a Don Bosco.
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Al final de la celebración, desde el cirio del bicentenario la asamblea recibió la luz para encender cirios propios con los cuales renovaron su promesa de fidelidad al carisma, momento conducido por el P. Leonardo a través de preguntas.

Concluida la Eucaristía, la Familia Salesiana se reunión en el gimnasio del PSJ, lugar donde se cantó el cumpleaños feliz a Don Bosco, se compartió un brindis y una torta. Este momento estuvo animado por el grupo Canción Nueva.

Fuente: OFISA.

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