Mons. Ezzati: “Redoblen la confianza y despierten la audacia que fue caracteristica del Fundador”

1907_07.jpgEl Arzobispo de Santiago, Monseñor Ricardo Ezzati, presidió la Eucaristía este martes, pasado el medio día, a los salesianos que participan en la Asamblea de Resignificación, en el Centro de Espiritualidad de Lo Cañas.

En su mensaje, El Pastor Arquidiocesano resaltó el sentimiento de hermandad vivo en él por ésta, su Congregación, y exhortó a los salesianos, para el actual proceso de Resignificación, a abandonarse en el Señor.

1907_08.jpgInvitado por el P. Inspector Leonardo Santibáñez, mons. Ezzati compartió junto a los participantes de la Asamblea sus reflexiones sobre la situación de la Iglesia, la Congregación y el proceso de Resignificación emprendido. En primera instancia, destacó la incidencia en su Ministerio de su ser salesiano: “Les confieso que el don de la vocación salesiana y su rica espiritualidad, siguen aportando vigor a mi vida y a mi ministerio de Obispo, a mi servicio en la Iglesia de Santiago”.

En alusión al texto del Antiguo Testamento proclamado en la primera lectura, sobre cómo Dios abre las aguas del mar al Pueblo de Israel, que arrancaba del ejército Egipcio, Mons. Ezzatti señaló: “lo que a todas luces aparece como imposible, Dios lo 1907_09.jpgconvierte en historia de liberación y salvación, una historia que el pueblo transforma en himnos de alabanza en honor del Señor”.

En esta misma línea reflexiva, el Pastor Arquidiocesano indicó que “la experiencia de sentir que las aguas espumantes llegan hasta el cuello, y que hasta parecieran tragarnos vivos, no les puede hacer perder la esperanza, no nos debe paralizar en la obra de Dios. Levanten los ojos al cielo, de donde nos viene el auxilio. Redoblen la confianza y despierten la audacia que fue caracteristica del Fundador y de los primeros misioneros que llegaron a nuestra patria”.

Una fe genuina
Respecto de las 1907_10.jpgdificultades, Mons. Ezzati indicó que “los salesianos cercanos a la vida de nuestro Padre (Don Bosco), atestiguan que cuando mayormente lo afligían los problemas, más sereno, confiado y alegre se manifestaba; la suya no era ingenuidad adolescencial, sino fe genuina, fe que le permitia discernir que en la pruebas se convierte en prueba de la presencia de Dios en la vida y en la misión de cada día”.

“Don Bosco fue un hombre de fe, de una fe inconmobible, de una fe que lo impulsó hasta la temeridad, a buscar almas, sin que le importara todo lo demás, una confianza que le permitía vivir en clima de serena paz y de abandono total en las manos de Dios providente”.

Aludiendo al proceso de Resignificación emprendido por la Congregación en Chile, Mons. Ezzati señaló que 1907_12.jpg“es imprescindible resignificar nuestra vida consagrada, su identidad carismática y salesiana”. En relación a la misma idea, indicó que “para dar significatividad a nuestras obras, es necesario emprender un serio y decidido proceso de conversión personal al Señor y su Evangelio, es decir, de conversión a la identidad más profunda de nuestro ser religioso salesiano”.

Recordando las palabras del Rector Mayor sobre la Misión Salesiana, Mons. Ezzati indicó: “nuestra Congregación no es una ONG, aunque pudiera ser la más entregada y eficiente en la promoción humana de los jóvenes… somos muchos más que eso, somos signos e instrumentos del amor de Dios”.

1907_11.jpgNuestra Santidad
Respecto de resignificación de la identidad, Mons. Ezzati nombró un pasaje de las Constituciones Salesianas: “lo mejor que podemos afrecerles a los jóvenes es nuestra santidad. Algo parecido me comentaba en los días pasados el Papa Benedicto XVI. Me decía, no podemos hablar de Dios a los jóvenes, a los hombres y mujeres de hoy, si en primer lugar nosotros no hablamos con Dios. Para hablar de Dios, hay que hablar con Dios”.

Mons. Ezzati compartió un almuerzo distendido con sus hermanos salesianos, y se fotografió con sus compañeros de primera formación.

Fuente: OFISA.