Para acompañar se necesita ser acompañado y se requiere también conocimiento de la propia realidad personal y contextual. Es parte de la reflexión de los asesores de Pastoral Juvenil que participaron en el Nivel II de la Escuela que les convocó el último fin de semana de junio en el Teologado de Lo cañas, Santiago.
Cerca de 30 asesores de Pastoral Juvenil de las presencias salesiana de Chile participaron de esta instancia formativa, organizada por la Pastoral Juvenil de la Congregación, que profundizó en el tema del Acompañamiento, abordado con el método experiencial.
“La idea era que aprendieran el arte de acompañar salesianamente. La metodología experiencial tenía que ver con que ellos hicieran un trabajo personal”, comenta Yasna González, integrante del Equipo Muldisciplinar de la PJ.
Respecto de la reflexión y diálogo, Yasna comenta que los participantes se dieron cuenta que muchas cosas de la propia vida, relacionadas con los procesos de maduración, aún no estaban saldadas, entonces emergió el cuestionamiento de la posibilidad de ejercer un acompañamiento en esas circunstancias. Al respecto se concluyó que no es necesario la 
perfección de todos los ámbitos de la vida para acompañar, sin embargo, sí se requiere un conocimiento de la propia realidad, para lo cual fueron analizados los aspectos contextuales (sociológicos), sicológicos y espirituales, y fueron además entregadas herramientas para su análisis y trabajo.
Un segundo elemento que generó catarsis en los asesores, es la constatación del escaso, o incluso nulo acompañamiento hacia ellos en las comunidades educativas pastorales, situación que hizo pensar en la necesidad de ser acompañados para acompañar, para hacer experiencia personal del proceso y tenerlo como base del acompañamiento que pueden ejercer.
Un elemento nuevo agregado al trabajo de la Escuela fue el uso de una bitácora, en la que los asesores escribieron lo aprendido, también desde la propia experiencia, aquello que más le llamó la atención y cómo lo asumieron; y también lo desaprendido, es decir, los prejuicios y mañas presentes de las cuales requieren despojarse. La idea es que dicha bitácora les siga acompañando en el trabajo local.
El balance general de los organizadores es del todo positivo, en vista de lo logrado, particularmente el compartir experiencias y la entrega de las herramientas formativas que permitan a los asesores ejercer un acompañamiento significativo.
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Fuente: OFISA.
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