Experiencia desde Quito

1503_05.jpgDesde la ciudad de Quito, Sergio Mercado, Director Ejecutivo de la Fundación Don Bosco, entrega impresiones del Curso de Salesianidad que está realizando en el Centro Salesiano Regional de Formación Permanente de Ecuador.

Desde el 26 de febrero al 20 de marzo se realiza el primer Nivel de este curso que año a año congrega a integrantes de diversas Inspectorías del Continente.

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1503_02.jpgA continuación reproducimos el testimonio íntegro de Sergio Mercado:

Con el rótulo de un curso exigente, intenso, de mucho recorrido histórico y psicológico sobre la vida y obra de Don Bosco, hemos realizado un viaje espiritual y de discernimiento sobre la vocación salesiana personal.

Primero el lugar se presta para ello, con las mejores condiciones para, efectivamente, estudiar con tranquilidad y leer más y más documentos. En este lugar por ejemplo, se guarda una biblioteca salesiana que está replicada en seis lugares del mundo, para evitar pérdida de los documentos por incendio u otras cosas. He visto acá planos de la Basílica de María Auxiliadora firmados por el mismo Don Bosco!!! y textos de estudio escritos en todas partes, hay libros del Padre Javier De Nicoló, publicaciones de Chile… todo, a nuestra disposición para leer y estudiar.

El ritmo de estudio es muy exigente, nos levantamos a las 6:30 de la mañana, a las 7ºº se rezan laudes y misa, a las 8ºº es el desayuno, a las 9ºº comienzan las clases. Luego a las 11:30 se hace un recreo y viene el período de estudio personal hasta las 13ºº basado en las temáticas de la mañana, luego a las 13ºº es el almuerzo, que tiene una pausa (en la cual se puede jugar deporte o dar un paseo) hasta las 1503_03.jpg15:30, a esa hora se reinicia el trabajo con asamblea grupal, a las 17ºº volvemos a clases y nos extendemos hasta las 18:30. Un breve recreo y viene la cena a las 19ºº, luego a las 19:45 se rezan las vísperas y generalmente a las 20:30 viene una película sobre la vida de Don Bosco que se extiende hasta pasadas las 22ºº horas según corresponda. Los fines de semana tenemos un poco más de tiempo y algunos paseos muy lindos que hemos ido realizando. Después de este ritmo, solo quedan ganas de dormir.

Es increíble conocer a los compañeros del curso. Todos de América, vienen de México, Puerto Rico, Ecuador, Perú, Brasil, Argentina y Chile. Somos más de 20, mis compañeros todos con una historia y una riqueza impresionante, varios de ellos laicos (no somos pocos) pero con un compromiso salesiano y un deseo de santidad, que me hacen convencerme que el más pequeño de todos soy yo.

Lo más impresionante es el equipo de formadores, encabezados por el Padre Fernando Peraza, investigador de toda la vida, erudito de la Salesianidad, hoy con 85 años hace gala de una memoria, una lucidez y un humor que ha ganado todos los corazones de quienes estamos viviendo la experiencia. Decía el otro día que tenía que aprovechar su juventud, ahora que es adolescente, porque cuando cumpla 89 ya no va a ser lo mismo…

1503_04.jpgEl mensaje de ellos es que vivamos ambiente y contenido tal como Don Bosco lo hubiese querido, es así como nos tratan con cariño y paciencia para aprender, y también como se sientan con nosotros en las comidas a compartir y contarnos anécdotas. El equipo lo forma el Director de la casa el Padre Javier, Director de la casa (Mexicano), el Padre Julio (Colombiano) y el Padre Joao (Brasileño). Todos eruditos en Don Bosco y que complementan las temáticas del curso desde sus especialidades.

El mensaje principal es conocer al Don Bosco real, de su tiempo, basados en una rigurosa y científica reconstrucción histórica, para no dejarnos engañar por interpretaciones o anécdotas que cuentan sobre el Santo, de tal forma que podamos conocer muy bien su vida y hagamos un recorrido personal por nuestra vocación. Así es como posteriormente podremos volver a nuestras inspectorías trayendo la alegría de aportar renovando el carisma de Don Bosco, viviéndolo como realmente era y es. Una propuesta profunda.

El mensaje que yo destaco es revitalizar con todos nuestros muchachos pobres la relación personalizada, vocacional y espiritual, que está a la base del estilo educativo de Don Bosco, de su pedagogía y de su amor profundo por quienes atendía. Es un llamado también a renovarnos como Fundación, a profundizar nuestras prácticas y a estar disponibles al servicio de la Misión Salesiana, para que la Congregación pueda cumplir con lo que quería Don Bosco.