El sábado 22 enero a las 19:30 hrs, en el Santuario natural “Laura Vicuña”, la Familia Salesiana de Chile -unida a la Iglesia de Santiago- recordó el 107º aniversario de la partida a la Casa del Padre de la Beata chilena, y para alabar y dar gracias al Señor por el regalo de su santidad, que fue reconocida y proclamada por la Iglesia Universal el 3 de septiembre de 1988, en la Colina de las Bienaventuranzas Juveniles, en Turín-Italia.
La Eucaristía, en la cual participaron adultos, niños, niñas y jóvenes de la Comuna de Renca, representantes de la Familia Salesiana, miembros de la Fundación Beata Laura Vicuña, fue presidida por Monseñor Ricardo Ezzati Andrello, sdb, Arzobispo de Santiago, quien en su homilía expresó la alegría de acoger el regalo de Laura en la mesa del altar:
“Cuando participando de la Eucaristía escuchemos y participemos de las palabras de Jesús “esto es mi cuerpo entregado por ustedes, esta es mi Sangre derramada por ustedes”, demos gracias a Dios porque nos manifiesta en este sacramento el amor más grande que Dios Padre nos ha querido tener, dándonos a su propio hijo. Y al mismo tiempo comprometámonos para vivir este mismo amor en la donación a nuestros hermanos, una donación muchas veces sencilla, de una sonrisa, de una mano tendida, de la preocupación de los últimos, pero una donación y una entrega que nos hace testigos del mismo amor del Señor”, señaló el Arzobispo.
“Así fue Laura Vicuña, agregó, si nosotros recordamos los propósitos de su primera comunión, encontraremos este mensaje que ella acogió en su propia vida y que nos deja también a nosotros, ella es una niña que encontró a Jesús, que se encontró con el amor de Jesús y que quiso hacer del amor, de la entrega, también el propósito de su existencia”.
Luego, Monseñor Ezzati llamó a lo presentes a confiarse a la intercesión de Laurita: “En esta tarde, invoquemos la protección de Laura Vicuña, sobre cada uno de nosotros, sobre nuestras familias, aquellas familias que como la suya están pasando por momentos difíciles, por aquellos niños y niñas que como ella pasó por el abandono, por la orfandad, por los niños y niñas que como ella, han tenido una niñez difícil y desafiante y pidamos al Señor, que nuestro amor, que nuestra solidaridad que nuestra caridad sea para todos un signo concreto del infinito amor que Dios nos tiene.”
Finalmente, Sor Aurelia Rossi, Madre Provincial de las Hijas de María Auxiliadora en Chile y Presidenta de la Fundación Beata Laura Vicuña, agradeció a la asamblea la presencia y el cariño que todos manifiestan a la querida Beata chilena.