El Presidente del Área Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Héctor Vargas, expresa que limitar la enseñanza particular subvencionada no ayuda a mejorar la calidad y equidad de la educación. Recuerda, asimismo, que la educación es siempre un servicio público, independientemente de quien la ofrezca.
En una carta al director de El Mercurio, el Obispo de San Marcos de Arica se refiere al proyecto de ley sobre calidad y equidad de la educación, que se debate por estos días.
Precisa que la preocupación se ha centrado en el mejoramiento de la educación municipal, “lo cual no sólo es muy positivo, esperado, sino necesario y urgente, por lo que nos alegra”.
No obstante, expresa su preocupación porque este propósito quiera hacerse “en desmedro de la educación particular subvencionada, ya que ésta no sólo no tendría acceso a ninguno de los beneficios y recursos económicos ofrecidos a las escuelas municipales, sino que además se estarían estudiando, sólo para ella, una nueva cantidad de limitaciones para abrir otros colegios. Se trataría de evitar, en cierta forma, que continúe la migración de alumnos hacia esta modalidad. Esto atentaría contra el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos”.
Añade Mons. Héctor Vargas que no se comprende en un sistema democrático como el nuestro, “la razón por la cual se quiera sancionar y discriminar, privando de recursos y restringiendo la extensión de una modalidad de educación de la cual forman parte la inmensa mayoría de las escuelas católicas, que en la actualidad y no obstante sus limitaciones, prefiere una considerable proporción de las familias chilenas a la hora de educar a sus hijos: un 52% de los alumnos”.
A juicio del Presidente del Área Educación de la CECh, no parece ser adecuado el criterio según el cual para mejorar lo que presenta serios problemas, haya que limitar y mortificar de diversos modos lo que funciona mejor y administra en forma responsable tanto los recursos del Estado como los aprendizajes. “Dudo que esto colabore a ‘mejorar la calidad y equidad de la educación chilena’, como reza el título del proyecto. Finalmente, al hablar de educación pública, cabe recordar que la educación es siempre un enorme servicio público, independientemente de quien lo ofrezca”, concluye la carta de Mons. Héctor Vargas.
Extraído desde iglesia.cl
