El domingo 2 de enero, día que la liturgia de la Iglesia celebra la Fiesta de la Epifanía del Señor ante los Reyes Magos, la parroquia María Auxiliadora de Santiago Centro realizó una representación de este pasaje de la Escritura, organizado y recreado por un grupo de familias de la Pastoral.
Siguiendo la estrella de Belén y ayudados de un camello, los tres Reyes Magos de Oriente: Melchor, Gaspar y Baltazar, personificados por tres adultos de la parroquia, recreados con llamativos atuendos, llegaron hasta el gimnasio del Centro Educativo de Alameda, lugar donde fue celebrada la Eucaristía (presidida por el párroco Bernardo Venegas, concelebrada por el P. Belarmino Sánchez), para presentar sus ofrendas de oro, incienso y mirra al Niño Jesús en el Portal de Belén. La Sagrada Familia también estuvo representada por un matrimonio y sus hijos de 8 meses y tres años de edad.
Los integrantes de las comunidades del Camino Neocatecumenal de la Parroquia, encargados de la representación, explican que cada año realizan esta actividad pensando principalmente en los niños, para que desde pequeños profundicen en la centralidad del Nacimiento de Jesús como principal acontecimiento de la Navidad. Para eso, las familias de las comunidades optan por no entregar obsequios la noche del 24. Antes de la cena, realizan una liturgia en la que los padres profundizan con los niños en el sentido del pesebre y cada uno de sus integrantes. En espera de la fiesta de Epifanía, los niños escriben cartas a los Reyes Magos, donde presentan intenciones de su vida y para sus familias, y piden que dichas cartas sean llevadas por los Reyes a Jesús en el Portal, para que sea Él quien les conceda aquello que piden. 
Algunas familias esperan hasta después de esta fiesta para la entrega de obsequios.
Las puesta en escena de esta representación incluyó también el pasaje de la Escritura donde el Rey Herodes, en diálogo con su sirviente, manda a matar a los recién nacidos, en respuesta a la profecía que anunciaba el nacimiento del Rey de los Judíos. Luego de la presentación de los dones al Niño Dios, cada uno de los Reyes interpretó una canción que narraba brevemente su procedencia y el camino siguido por la estrella de Belén. En el momento del coro de la canción participó la asamblea y, principalmente, los niños.
El cierre de la representación se realizó con una breve catequesis de los Reyes Magos sobre la importancia de reconocer a Jesucristo como único y verdadero Rey. Se leyó además una de las cartas de los niños y fueron entregados dulces. Posteriormente, las familias compartieron el almuerzo en el salón parroquial y disfrutaron de una tarde de piscina en el sector sur de Santiago.
