Copiapó: Promesas CAS

2710_05.jpgServir al prójimo sin pedir nada a cambio, dar apoyo y entregar amor a niños en situación de riesgo social, son algunas de las motivaciones por las cuales cerca de 25 jóvenes de Copiapó decidieron unirse a las Comunidades Apostólicas Salesianas.

Estudiantes de la Escuela Cristo Redentor y alumnas del Liceo Sagrado Corazón, realizaron sus promesas ante el altar, el pasado 8 de octubre, en Eucaristía presidida por el P. Andrés Morales, concelebrada por el P. Juan Cavaggión y el hermano Julio Antipani.

2710_07.jpgJulio Antipani indicó que uno de los factores que le dan mayor relevancia a la ceremonia en que es la primera vez que se realiza en Copiapó una Promesa CAS. “Antiguamente el grupo se llamaba Oratorio, y no era costumbre hacer promesas”.

Con la finalidad de llegar a ser apóstoles de Cristo siguiendo el ejemplo de San Juan Bosco, los jóvenes de la CAS asisten una vez al mes a la Capilla San Lorenzo de la Población Rosario, para trabajar con 30 niños en situación de riesgo social, cuyas edades fluctúan entre los 4 a 12 años.

“Los niños son maravillosos, les enseñamos a dibujar, cantar, bailar, y, además, dictamos catequesis. La mayoría ha sufrido diversos tipos maltrato, sin embargo, cada vez que llegamos nos reciben con una sonrisa, a pesar de todos los problemas familiares que tienen nunca pierden la alegría”, manifestó Alexander Cortés, integrante de CAS.
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Un sentimiento similar comparte el alumno de 2ºC, Diego Anes, quien dijo que, “Pertenecer a CAS es una forma de acercarme más a la Iglesia, me gusta trabajar con niños y mi mamá es la más contenta con mi participación”.

La Comunidad Apostólica Salesiana, se encarga de formar a los jóvenes en tres dimensiones; en primer lugar está la humana, ayudándolos a crecer y valorarse como personas, le sigue la espiritual, trabajando el encuentro con Cristo y, finalmente, está el ambiente comunitario, en donde todos trabajan unidos por un mismo fin.

El grupo es guiado en conjunto por el hermano Julio Antipani, la maestra Yanet Órdenes, el maestro Erick Cortés y la trabajadora social del Hogar de Cristo, Paulina Bordones, quienes también realizaron sus promesas.