Poco más de 600 personas, la mayoría jóvenes junto a sus asesores, laicos y religiosos, sacerdotes y obispos, se congregaron en Los Teques, Caracas, (Venezuela), desde el 5 al 11 de septiembre, provenientes desde gran parte de los países latinoamericanos, para vivir el Tercer Congreso Latinoamericano de Jóvenes (3CLJ). Entre la delegación chilena se encontraban cuatro representantes de la Pastoral Juvenil Salesiana.
La Delegación Nacional estuvo integrada por 31 personas: jóvenes y asesores, acompañados por la Comisión Nacional y monseñor Ignacio Ducasse, Obispo de Valdivia. La representación salesiana de dicha delegación corrió por cuenta de Bastián Bizama, joven coordinador de la PJ de la parroquia Don Bosco de Valparaíso; César González, miembro del Equipo Multidisciplinario de la Pastoral Juvenil Inspectorial; el P. Juan Pablo Moreno, Asesor Nacional de las Comunidades Apostólicas Salesiana – CAS, y el P. Juan Carlos Zura, Delegado Inspectorial de Pastoral Juvenil y miembro de la Comisión Nacional de la PJ.
Según explicó el P. Zura, el Congreso representó el momento de cierre de la Etapa del DISCERNIR, del Proceso de Revitalización de la Pastoral Juvenil Latinoamericana (PJL) titulado: La vida de los y las jóvenes, un camino de discipulado y misión. Las etapas ya vividas de este proceso en encuentros y congresos anteriores, han sido: FASCINAR y ESCUCHAR. Se proyecta para más adelante la etapa de la CONVERSIÓN.
El tema específico de la actual etapa del Discernir se ha expresado con la siguiente propuesta: Jóvenes de América Latina Discípulos Misioneros de Jesucristo hoy para la vida de nuestros pueblos. Como lema, que se recordaba continuamente mientras se desarrollaba el congreso, se ha escogido la consigna ¡Caminemos con Jesús para dar vida a nuestros pueblos!
Los primeros trabajos del Congreso se dedicaron a la redacción de los principales desafíos que enfrenta hoy la PJL en cinco temas: las culturas juveniles, las estructuras que afectan la vida de los jóvenes, la tecnología y la comunicación, la ecología y el desarrollo sostenible, y el sentido de lo sagrado y la espiritualidad. Luego se pasó a la búsqueda de consenso en torno a los paradigmas centrales que iluminan el camino a partir de las ciencias sociales, la Sagrada Escritura, el acontecimiento de Aparecida y el recorrido histórico de la PJL. Finalmente, a la luz de los sueños de los jóvenes y los paradigmas acordados, se ha procedido a vislumbrar juntos los grandes horizontes de la PJL.
La metodología utilizada fue fundamentalmente la del Ver, Juzgar y Actuar, proceso que introdujo diversas formas de enriquecer la mirada en cada uno de esos pasos: para el Ver se ha partido de la experiencia de los congresistas, se han traído visualmente a la memoria los múltiples rostros de los jóvenes del continente y se han escuchado testimonios de jóvenes y aportes de algunos expertos. Para el momento del Juzgar, se ha puesto en práctica profundos momentos de lectio divina y también se ha escuchado el testimonio de jóvenes y expertos sobre el recorrido histórico de la PJL. La oración comunitaria y la celebración festiva y llena de símbolos de la Eucaristía, cada día presidida por un obispo distinto, fueron dando el soporte espiritual a todo el trabajo. Para el Actuar más inmediato se ha buscado acuerdos sobre un gesto común a la vez de anuncio evangelizador y de denuncia profética cuya temática, conforme al sentir de los jóvenes, ha sido el anunciar la Vida y la Paz que nos ofrece Jesús y el denunciar la violencia y el exterminio de jóvenes en casi todos los países latinoamericanos.