Como es tradición cada año, la Familia Salesiana de Santiago se reunió en la tarde del lunes 16 de agosto, en el Colegio Patrocinio de San José, a celebrar un año más del Natalicio de Don Bosco y a renovar la fidelidad a su carisma. Galería de fotos.
La Eucaristía -presidida por el P. Inspector Leonardo Santibáñez, concelebrada por el Obispo Emérito de Punta Arenas, mons. Tomás González y los salesianos de todas las comunidades de Santiago-, comenzó esta vez de una manera distinta. Se dispuso un telón donde se proyectó parte de la relación que unió a Don Bosco con su primer sucesor, Don Rúa, y la prolífera labor que éste llevó cabo para aumentar las vocaciones salesianas, una vez que el Padre y Maestro de la Juventud falleciera.
El templo lucía completamente lleno: Salesianos, Hijas de María Auxiliadora, Salesianos Cooperadores, Adma, Antiguos Alumnos, Voluntarias de Don Bosco, Damas Salesianas, Hogares don Bosco, Comunidad Misión Don Bosco y amigos del carisma, vencieron el frío de la tarde y acudieron a la convocatoria.
En su homilía, el P. Inspector comenzó haciendo un recuerdo y destacando la fidelidad del P. Octavio Vío, quien volviera al Padre en la mañana del domingo 15, y a quien se despidiera en ese mismo templo horas antes.
Luego, el Provincial profundizó en la idea del valor que se debe desarrollar para “Volver a Don Bosco” y “Volver al “Evangelio”. “Si volvemos a los años del Oratorio de Turín, si centramos la mirada en Don Bosco- señaló el P. Santibáñez- lo que más nos llama la atención es su particular manera de vivir la santidad cristiana; una ‘forma simpática’ de santidad casi ‘casera’, que es ‘santidad del trabajo y del patio’, dice el Rector Mayor P. Pascual Chávez. Es ‘su santidad la que nos conquista’, continúa el Rector Mayor. ‘Nuestra admiración por Don Bosco crece a causa de su santidad y es ella la que nos invita a la invocación e imitación de nuestro Fundador”.
El Inspector recordó una buena cantidad de nombres que han marcado en su época, y lo siguen haciendo, gracias a rasgos del modo original de reproducir la herencia común de Familia, características que han hecho santos a Santa María Mazzarello, Beato Miguel Rúa, Beato Felipe Rinaldi, la venerable Mamá Margarita, Artémides Zatti, Beata Sor María Romero, Beata Alejandrina Da Costa, y los beatos Andrés Beltramí, Augusto Czartoryski y Luis Variara, entre otros.
Al finalizar su mensaje, el P. Santibáñez recordó las palabras del Papa Juan Pablo Segundo, quien dijo a los jóvenes en Toronto: “¡No esperen a tener más años para aventurarse en el camino de la santidad! La santidad es siempre joven, como es eterna la juventud de Dios”.
Agregó luego el Inspector: “hermanos y hermanas de la Familia Salesiana, al celebrar un nuevo Día de la Fidelidad a Don Bosco, pienso que la forma más profunda de mostrar y de realizar nuestra fidelidad es la de volver a una santidad sencilla y profunda, alegre y comprometida, cotidiana y apostólica, así como fue la santidad que Don Bosco supo crear a su alrededor en el ambiente del oratorio de Turín.
Este año, otra novedad fue que la renovación de la fidelidad al carisma de Don Bosco no se realizó en forma separada por cada grupo de la Familia Salesiana, sino que todos al unísono se comprometieron a educar con el corazón de Don Bosco, a hacer de la Familia Salesiana un vasto movimiento de personas para la salvación de los jóvenes, y a llevar el Evangelio a los demás a imitación de Don Rúa.
La jornada finalizó con un compartir fraterno en el gimnasio del Colegio.