El jueves 5 de agosto fue un día de doble celebración para la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora en Chile: El Instituto fundado por Don Bosco y Madre María Mazzarello cumplía 138 años de existencia, y Sor Margarita Saccato Taricco, misionera italiana llegada a nuestro país en 1934, celebraba sus 80 años de profesión religiosa.
Sor Margarita nació en Novello d’Alba, Italia, el 1 de noviembre de 1908. Sus padres fueron Luigi y Catterina. Ingresa como postulante el 2 de febrero de 1928, en Chieri y seis meses después como novicia en Turín. Sus primeros votos los realiza el 6 de agosto de 1930. Cuatro años después, el 29 de septiembre de 1934 arriba a Chile, país que la acogió con cariño y donde realiza su profesión religiosa el 5 de agosto de 1936.
A lo largo de todos estos años, Sor Margarita desarrolló su prolífera labor en las presencias de las Hijas de María Auxiliadora en Santiago, Santa Cruz, Viña del Mar, Punta Arenas, Talca, Porvenir, Molina e Iquique. Su entrega como maestra de novicias entre 1940 y 1957, la representa en la memoria de muchas religiosas salesianas.
Cabe destacar que hasta cumplidos los 95 años, Sor Margarita prefirió su lugar en medio de las niñas como Asistente de Patio en el Colegio Madre Mazzarello de Talca, en vez del merecido descanso. Hoy, con 101 años, pertenece a la comunidad de Villa Mornés, Casa de salud de las hermanas de más edad y con delicada de salud.
El P. Marco Vergara, Director de la Presencia Salesiana de La Cisterna, presidió la Eucaristía el 5 de agosto en la que la comunidad de la Casa de Salud hizo manifiesto un especial agradecimiento a Dios Padre por el trabajo, testimonio y fidelidad de Sor Margarita. Concelebraron los padres Ulises Aliaga y Germán Ovalle.
Luego de destacar la sencillez y alegría con que Sor Margarita ha vivido su vida de religiosa, el P. Marco se preguntó: “¿es posible la fidelidad?, ¿amar con locura?…ahí la tienen”, señaló.
La Superiora Provincial de las FMA, Sor Aurelia Rossi, manifestó su alegría por este hecho tan inédito en la vida de una religiosa: “Es sentir la fidelidad del Señor en nuestra vida, y la respuesta generosa de Sor Margarita. El Señor llama y la persona responde, en este caso la respuesta ha sido maravillosa, fiel. La vida no tiene razón sin esta fidelidad, y ella debe haber tenido también sus pequeñas dificultades, pero es posible si es que uno lo quiere vivir así”.
Consultada sor Margarita sobre la receta para esta fidelidad, y su mensaje a los jóvenes que temen responder a una vocación de especial, respondió “Les diría que lo único que vale en la vida, es amar a Dios”.