Pedro Lastra y Nicolás Borquez -Secretarios Ejecutivos de Pastoral de la Inspectoría y del Instituto Salesiano de Valdivia, respectivamente- son los dos primeros laicos de la Inspectoría en concluir el Curso de Pedagogía en Salesianidad que imparte el Centro Regional de Formación Permanente de Quito, Ecuador. En mayo pasado cursaron el cuarto y último nivel, esta vez en Turín, ciudad de Italia cuna de la Congregación.
Este cuarto nivel se realizó desde el 2 al 25 de mayo pasado. Junto a los integrantes de la Inspectoría chilena, participaron 27 representantes de las Inspectorías del Cono Sur.
Pedro explica que en los tres primeros niveles se ven los elementos teóricos de Don Bosco, su origen, su trabajo, sus obras, etc., y en el cuarto nivel se ven estos elementos en terreno. “Por ejemplo, hablamos del oratorio de Valdocco, tú estás en Valdocco, hablamos de un lugar donde hizo alguna obra, donde vivió alguna experiencia, estás en ese lugar”. Pedro explica también que la realización de los niveles previos, permiten una sensibilidad especial para conocer los lugares, “porque 
NO es un experiencia turística (último curso), sino que de fe”.
Los participantes visitaron varias decenas de lugares que comprenden toda la vida de Don Bosco y su obra, desde su nacimiento y crecimiento en la casa donde vivió junto a su familia, pasando por su formación para convertirse en sacerdorte, los lugares donde presidió su primera Eucaristía, donde hizo clases, el escritorio donde trabajaba, el reclinatorio donde rezaba, el lugar donde fundó su primer oratorio, hasta el lecho que lo vio morir.
La intensidad de los días es muy alta, comenta Pedro: “se comienza a la 7.00 AM con la Eucaristía. Luego del desayuno se da una charla que prepara la visita del día. Durante todo el día se visitan los lugares, guiados por los encargados del Centro Regional de Quito. Al llegar a cada lugar se hace un momento de oración y reflexión, 
y se recibe nuevamente una breve charla de lo que se está visitando, de la importancia en la Vida de Don Bosco. En la noche, después de cena, se evalúa y se recopila lo vivido durante la jornada”.
Pedro comenta que dentro de la gran cantidad de lugares que visitaron, algunos de los que le llamó más la atención fue I Becchi, lugar donde nació; Valdocco, lugar donde inicia la Congregación con el Oratorio y donde hoy se está la Basílica de María Auxiliadora. También el lugar donde el papá de Domingo Savio lleva a su hijo al encuentro de Don Bosco. La capilla donde Migual Rúa preside la primera misa, acompañado por Don Bosco. El lugar físico donde Don Bosco fue ordenado sacerdote.
DON BOSCO NO FUE UN HOMBRE CHATO
Una reflexión general que comparte Pedro respecto de la experiencia de todos los niveles, es ver que “Don Bosco NO fue un hombre chato, siempre tuvo una 
mirada hacia adelante, a largo plazo. Atendió a la gente; cuando tenían hambre les dio pan, pero también vio que esa gente podía estudiar, y por eso creó las escuelas, los talleres. Fue un hombre que siempre iba delante de la reflexión de la gente. Ver todo esto me ha servido para valorar y ver que Don Bosco está plenamente actual, con un Congregación que está viva, con el trabajo y testimonio de él y de los Salesianos hoy”.
Por otra parte, Pedro indica que este curso le ha ayudado a mirar hacia adelante y decir que es posible la Misión y dar respuesta a las nuevas necesidades. “Nosotros decimos hoy: este mundo, estas nuevas fronteras, estas nuevas tribus, estos nuevos jóvenes, y nos achatamos, y Don Bosco tenía las mismas dificultades, su obra se desarrolló dentro de todo el contexto de la época, con problemas políticos, las revoluciones, el hambre, los conflictos con otras naciones, las dificultades en la salud, etc.”.
Finalmente Pedro comenta que le impresionó cómo en Turín, una gran ciudad, la huella de Don Bosco está por todos lados, con distintas expresiones que lo recuerdan o hacen alusión a su trabajo. Del mismo modo, le llamó mucho la atención la profunda devoción a María Auxiliadora, que pudo apreciar en la Solemnidad de 24 de mayo.
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