Los cuatro obispos salesianos de Chile: mons. Héctor Vargas (Arica), mons. Ricardo Ezzati (Concepción), mons. Bernardo Bastres (Punta Arenas) y mons. Tomás González (Punta Arenas), participaron en el encuentro de Obispos Salesianos de todo el mundo que acaba de concluir este 25 de mayo en Turín.
Este encuentro fue convocado en 2009 por el Rector Mayor, P. Pascual Chávez, y llevó por título “Carisma Salesiano y Misión Episcopal”. Congregó a cerca de 90 obispos salesianos de los cinco Continentes y tuvo entre sus objetivos el encuentro fraterno, el estudio de algunos temas vinculados al ministerio episcopal y al carisma salesiano y la participación conjunta de los prelados en diversos acontecimientos, como la veneración de la Sábana Santa, la celebración en el Colle Don Bosco, y en especial la fiesta de María Auxiliadora.
Durante la presentación del primer tema del encuentro: “La misión juvenil y el carisma educativo en el gobierno y en la animación pastoral de la diócesis”, mons. Héctor Vargas, Obispo de Arica (Chile), compartió su experiencia en el tema, junto a otros testimonios de obispos salesianos, y presentó su acción pastoral en la diócesis, contextualizando las dificultades y los retos en los diversos contextos históricos, culturales y sociales.
En el tema del segundo día presentado en Valdoco: Vida consagrada, entre actualidad y perspectivas de futuro, mons. Ricardo Ezzati, arzobispo de Concepción, presentó su experiencia de acuerdo al tema, junto a otros dos obispos, momento en el que se refirió al trabajo que el obispo tiene en hacer crecer la Iglesia en toda su diversidad, sosteniendo también los institutos de Vida Consagrada. “Somos ‘salesianos obispos’, portadores de una gracia vocacional suscitada por el Espíritu Santo en la Iglesia. – manifestó mons. Ezzati – De Don Bosco hemos aprendido a amar la Iglesia y también a valorar todas las vocaciones presentes en ella. En mi es evidente y alegre la conciencia de todo lo que la Congregación me ha ofrecido para prepararme para servir a la Iglesia, hoy como obispo”.
JORNADA CONCLUSIVA
El último día del encuentro finalizó con la celebración de la eucaristía en la basílica de María Auxiliadora, presidida por el cardenal Oscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa.
En la introducción de la celebración, el cardenal Rodríguez Maradiaga agradeció al Rector Mayor y su Consejo por haber querido el encuentro de los salesianos obispos.
El tiempo “ordinario”, que después de pentecostés inicia la liturgia católica, es un tiempo en el cual las acciones cotidianas, iluminadas por el Espíritu Santo, deben ser extraordinarias. El cardenal Rodríguez Maradiaga expresó en la homilía llena de esperanza y de entusiasmo. La gracia vivida durante el encuentro de Turín, debe ayudar a los salesianos obispos, a retornar a sus propias diócesis, a ser como los discípulos de Emaús que comunicaron cuánto bello y glorioso habían vivido.
Al final de la celebración, los obispos y los cardenales salesianos se dirigieron al altar de don Bosco. Aquí Don Pascual Chávez invitó a los prelados a retornar en sus propios 
lugares de origen con el corazón pastoral de don Bosco que, más allá de cualquier imaginación se convirtió en padre de una familia inmensa. El Rector Mayor también invito a hacer propias las tres enseñanzas de Don Bosco: creer en los jóvenes, ofrecerles como don preciosos la educación y la evangelización y ayudar a experimentar la fuerza y la dulzura del sistema Preventivo. Con conmoción y la mirada puesta sobre la urna del santo de los jóvenes, se interpretó el himno “Bajo de la colina”.
La jornada del 24 de mayo, a la cual el cardenal Rodríguez Maradiaga ha hecho referencia, es que no ha tenido ninguna cita sino cuanto estaba en el programa para la fiesta de la Auxiliadora. Los salesianos en la mañana concelebraron con el cardenal Severino Poletto, arzobispo de Turín, y en la tarde junto al Rector Mayor; en la noche participaron de la solemne procesión de María auxiliadora. Más de 20 mil fieles participaron de la procesión y numerosísimos los que participaron de las eucaristías 
celebradas durante la jornada.
Al final de la Eucaristía los obispos reunidos en la sala Sangalli, afrontaron el quinto tema en programa: “Ámbitos para una mejor comunicación entre Obispos Salesianos y Congregación”. Fue iluminado por Monseñor Tarcisio Scaramussa, obispo auxiliar de San Pablo, Brasil, monseñor Patricio A. Buzon, obispo de Kabankalan, Filippine, monseñor Tito Solari, arzobispo de Cochabamba, en Bolivia. Después realizó un debate que se extendió en algunos temas y problemáticas juveniles sociales. Las diversas intervenciones manifestaron como los obispos leen y viven su propio servicio pastoral con dedicación y espíritu salesiano; la atención a la realidad juvenil y emergida en forma abundante.
La conclusión estuvo a cargo del rector Mayor. “Ha sido un momento de congregación, de fraternidad y de formación permanente”, expresó el Rector Mayor. “El recuento de los lugares de Valdoco, la cotidianidad de las cuatro jornadas vividas 
con simplicidad e intensidad, las celebraciones y los acontecimientos compartidos, crearon la oportunidad para el conocimiento mutuo y la retroalimentación espiritual. Muy fuerte fue la experiencia de la Sábana Santa, la celebración de Pentecostés y la fiesta de María auxiliadora.
Los textos de las diversas intervenciones y de algunas homilías se encuentran disponibles en sdb.org.
ANTECEDENTES
El encuentro de obispos salesianos tiene antecedentes. Don Luis Ricceri convocó los obispos misioneros en el año centenario de las misiones (1875-1975). En el año 1988, centenario de la muerte de Don Bosco, Don Egidio Viganó convocó un número pequeño de obispos y junto al Consejo trascurrieron una jornada en el Colle don Bosco. En el año 2001, con motivo del gran jubileo de la encarnación del Hijo de Dios y del nuevo milenio, Don Juan Edmundo Vecchi quiso convocar a todos los obispos por varios días. Este, convocado por Don Pascual Chávez, en curso en Turín desde el 21 al 25 de mayo, es el primero y de un gran significado.
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