A principios del año 2000, nace la Residencia Estudiantil de la Escuela Industrial Salesiana San Ramón en La Serena, hogar que acoge actualmente a 17 jóvenes, que por razones económicas y de distancia, se les dificultaba de sobremanera la asistencia a las actividades académicas de la Casa Salesiana.
Esta Residencia es financiada por la Inspectoría, junto a aportes de la Fundación Arturo Irarrázaval Correa y de los propios residentes. A diferencia de los internados municipales, no recibe financiamiento del Estado.
La Residencia por dentro
Cristofer Robles, Encargado de la Residencia, nos abre las puertas de esta especial casa y nos cuenta que los jóvenes deben llegar cada domingo desde las 18.00 a las 21.00 horas. “El horario es flexible, ya que hay alumnos que viajan más de dos horas y media para llegar a La Serena. Se les recibe con una once y a las 22.30 se deben acostar”.
La gran mayoría de los residentes son del Valle de Elqui, Andacollo o Punitaqui. Actualmente viven jóvenes de primero a cuarto medio, “pero al momento de ingresar se prioriza a los alumnos de primer año, pues facilita la adaptación al sistema”, comenta Cristofer.
Vivir en la Residencia
La semana comienza muy temprano. “Los chicos deben levantase a las 6.30 y a las 7.00 se desayuna para que luego se retiren a clases, pero primero deben dejar hechas sus camas y todo en orden”, explica Robles.
De vuelta de clases, a las 16.30 hrs., comienza el trabajo del aseo. Cristofer confiesa que este es un tema que a ellos no les gusta mucho. “Todos los alumnos se turnan semanalmente, como son cuatro personas por dormitorio, a cada uno les toca una vez al mes el aseo de su pieza y del resto de la Residencia”.
Si los alumnos necesitan comprar algún material o hacer un trámite, pueden salir del Hogar desde las 17.00 a 18.00 horas, “sólo con una autorización firmada por el apoderado”, enfatiza Cristofer.
Los jóvenes permanecen en la Residencia sólo desde el domingo y hasta que finaliza la jornada del viernes, pero ¿qué sucede si un residente debe quedarse a una actividad extra programática un sábado? Cristofer explica: “puede quedarse, pero sólo con el conocimiento y autorización del apoderado, quien se compromete a costear su alimentación ese día, ya que no está contemplado en los gastos de la Residencia”.
Los jóvenes cuentan con su propia sala de estudio, ubicada en instalaciones de la Escuela Salesiana, donde estudian en silencio, hacen tareas o pueden ir a la sala de computación si es necesario. Así, el día finaliza con el retorno a la Residencia y una cena a las 20.00 hrs. “Luego pueden seguir estudiando o ver televisión, si lo desean antes de acostarse”.
Para Cristofer Robles, antiguo alumno salesiano y actual estudiante universitario, este es un trabajo que requiere mucha paciencia, energía y vocación. “El buen trato con los jóvenes y respeto se traduce en una excelente convivencia”.
Junto con cada reunión de apoderados, también se realiza una en la Resicencia. De esta manera, sus padres se enteran del rendimiento escolar y buen comportamiento de sus hijos en esta ‘otra casa’, que los acoge y cuida como la verdadera.
Fuente: Comunicaciones La Serena, periodista Lilia Castro.