Cien alumnos del Colegio Salesiano El Patrocinio de San José, aceptaron el desafío de realizar un trabajo voluntario de construcción de mediaguas en la zona de Constitución, Región del Maule, para las personas afectadas por el terremoto de febrero pasado, respondiendo a la invitación realizada por la Fundación Un Techo Para Chile.
La Casa Salesiana organizó un equipo liderado por el P. Galvarino Jofré, junto con los integrantes de la Comunidad Misionera, quienes lograron motivar y entusiasmar a los alumnos de segundo, tercero y cuarto medio. La experiencia se realizó desde el miércoles 21 al domingo 25 de abril.
El P. Galvarino narra la experiencia de un día de trabajo de los voluntarios. Los jóvenes se levantaban a las 6.30 de la mañana. Luego del aseo personal y desayuno en las instalaciones del colegio que los albergó, los muchachos se dirigían inmediatamente al terreno donde se levantaron mediaguas. “El trabajo es intenso durante el día cavando los pilotes que sostendrán la mediagua. El terreno firme da su lucha ante los jóvenes que logran con su trabajo levantar el espacio de esperanza para quienes la habitarán”, comenta el P. Jofré.
Un grupo de trabajo o cuadrilla está compuesta por ocho jóvenes. “El trabajo del día culmina con cansancio, pero con la satisfacción de los jóvenes patrocinianos. La noche se hace breve para reponer fuerzas y continuar al día siguiente. Ya se levanta la bandera chilena y las mediaguas comienzan a tomar forma”, comenta el P. Jofré.
El Área Secundarios de la Fundación “Un techo para Chile”, destaca esta acción solidaria de los jóvenes de enseñanza media, que cumplen un rol fundamental en la institución con el fin de formar a jóvenes comprometidos, a través de la acción con el país.
“Pude conocer más y mejor a mi papá”
Manuel Órdenes (17), desde los 11 años es alumno del Patrocinio. Pertenece a la Pastoral de Misiones y comenta que habló con el P. Galvarino sobre la idea responder al llamado de la Fundación.
“Me di cuenta que esto resultaría gracias a la respuesta de mis compañeros de Colegio y decidí seguir adelante”, comenta Manuel, quien además indica que la experiencia fue “espectacular”, porque al entregar las casas, la emoción que la gente entregó produjo una sensación especial. “El Director de una junta de vecinos nos dijo que nunca pensaron que recibirían las mediaguas que estaban recibiendo, en ese momento lloramos de emoción”, agregó.
Manuel cuenta también que pudo constatar que entre sus compañeros de Colegio hay una enorme riqueza. Indicó además que los acompañó su papá, y que fue muy bueno porque solamente lo ve en la noche y en la mañana. “Descubrí que sí sabe clavar un clavo, pude conocer más y mejor a mi papá, y me agradeció por haberlo invitado a vivir esa experiencia”.