Casi medio centenar de familias de alumnos del Centro Educativo Salesianos Talca ya han sido beneficiadas con la ayuda que esta Presencia Salesiana ha podido canalizar para enfrentar las dificultades ocasionadas por el terremoto. El Departamento de Comunicaciones de esta casa, da detalles de lo acontecido en una jornada de “Ruta Solidaria”.
A más de un mes de acontecida la catástrofe, de la cual la Región del Bío Bío como la del Maule fueron las más azotadas, varias fueron las instituciones y presencias salesianas de otras partes del país que quisieron aportar para ayudar a quienes más lo necesitan.
APORTES
A sólo días del terremoto, Salesianos Alameda logró enviar trescientas canastas familiares, las que fueron entregadas en la zona de Curepto y Licantén. Este último fue el lugar escogido durante enero pasado para efectuar las Misiones Rurales 2010.
La presencia Salesiana de Copiapó realizó una campaña de arroz, logrando reunir más de 500 kilos del alimento, que fueron enviados hasta Talca.
Iquique fue la otra obra Salesiana que envió un camión cargado de agua envasada y mercadería para armar más de un centenar de canastas familiares.
La Congregación, a través de los Departamentos de Casa Inspectorial y gracias al aporte de entidades extranjeras, ha hecho llegar ayuda en dinero que irá a aquellas familias que más necesiten la compra de materiales de construcción.
A nivel de parroquia, el P. Patricio Troncoso, actual director de la presencia Salesiana de La Serena y ex – párroco de Santa Ana – uno de los barrios de Talca más azotados por el terremoto, envió una delegación compuesta por el Coordinador de Evangelización de dicha presencia, P. Hugo Strashburger, para entregar cien canastas familiares a la comunidad parroquial. Luego, y tras visitar en persona el estado de las casas de dicho barrio, el P. Troncoso señaló que “estaremos atentos a poder devolver la esperanza, aunque confío en la gente del barrio norte talquino, porque tienen la fuerza para salir adelante”.
EMPRESA PRIVADA
La Compañía General de Electricidad – CGE –, hicieron entrega de 32 canastas familiares, las que fueron entregadas a familias de alumnos en diferentes localidades, dentro de las que destaca El Milagro, San Ricardo, ambas en la comuna de San Rafael; Los Robles, en Camarico, Calpún, en las cercanías de Iloca, Curepto, San Clemente y en Talca.
RUTA SOLIDARIA
Las visitas domiciliarias han sido dirigidas por los Salesianos P. Miguel Rojas y P. Víctor Mora, acompañados de las Asistentes Sociales del Centro Educativo, Ana María García y Alejandra Moris.
El Departamento de Comunicaciones del CEST, pudo acompañar uno de los recorridos en el que fueron entregadas ayudas. A continuación, las impresiones del periodista Cristián Bernales:
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Nuestra primera parada fue en el sector El Milagro, correspondiente a la comuna de San Rafael, en donde vive Luis Carrasco, de 2 ° Medio C Técnico Profesional. En el sitio en el cual antes estuvo su casa, que resultó con daños, hoy comienza la construcción de un nuevo hogar. El P. Víctor Mora, acompañado de Ana María, le entregaron ayuda para solventar la contingencia
ocasionada por esta catástrofe.
A metros de ahí vive Pilar Zúñiga, madre de Jesús Venegas, alumno de 3 ° Medio E TP. Su casa resultó averiada por las sacudidas del terremoto. Tras conocer el testimonio de cómo ha logrado enfrentar esta situación junto a su hijo y familia, la “comitiva solidaria” le hizo entrega de ayuda para apalear la emergencia y comenzar con la reconstrucción.
Nos trasladamos hacia el sector de San Ricardo, también en San Rafael, para encontrarnos con Matías Sepúlveda, de 3° Medio A. Tras reunirnos con su familia pudimos enterarnos de la pérdida de su hogar, además de conversar con su abuela, quien nos relató su testimonio de lo vivido la noche del 27 de Febrero. “Fue bastante fuerte el terremoto, nosotros salimos al patio para protegernos de la caída de techos y elementos que podrían dañarnos”, relató la matriarca del clan familiar.
Dirigiéndonos hacia la comuna de Río Claro, constatamos las grietas existentes en los caminos de tierra, casas en el suelo, y nos dimos cuenta que la Región del Maule fue, efectivamente, una de las más azotadas por este movimiento telúrico de 8.8 grados 
en la escala de Richter.
Una vez allí, dimos con el hogar de Diego Gutiérrez, de 4°A TP. Diego nos recibe junto a su familia, y luego de compartir una reparadora taza de café, el P. Víctor Mora escucha los relatos que parte de la familia le cuentan, señalándole que el terremoto dañó considerablemente su casa.
Tras varios kilómetros recorridos, llegamos a la casa de Leonardo Miranda, de 2° Medio D, quien nos recibió junto a su madre, con una sonrisa de oreja a oreja. A pesar de lo difícil de estos momentos, pues su casa resultó tan dañada como las visitadas anteriormente, Leonardo está muy contento de ser visitado por miembros del Centro Educativo. En sus palabras nos cuenta que no lo han pasado bien, pero que tienen toda la fuerza como familia para salir adelante.
Al tanto de que hoy en día, más que alimentos, que suplen la emergencia, las familias damnificadas necesitan un hogar en donde vivir, el P. Víctor Mora nos entrega un mensaje de esperanza. “Uno nunca debe perder la confianza en Dios, y quizás la gente necesita mucho más que le entregamos una sonrisa o una palabra de ánimo”.
