Quien fuera párroco de la parroquia Santa Ana por más de cuatro años, P. Patricio Troncoso, estuvo de visita en Talca la semana pasada para constatar en terreno los daños tras el terremoto. Dejó un mensaje de fuerza y comunión espiritual a los feligreses para enfrentar estos momentos difíciles.
El actual Director de la presencia salesiana de La Serena, narra de esta manera lo vivido con el terremoto: “apenas nos enteramos de lo que estaba aconteciendo tras este terremoto en la zona centro sur de nuestro país, inmediatamente traté de ponerme en contacto con las personas que conforman la comunidad parroquial (de Santa Ana), me contacté con los Salesianos que forman la comunidad de la presencia talquina, y me fui interiorizando a través de los medios de comunicación acerca de la magnitud de esta catástrofe”.
La parroquia Santa Ana está enclavada en el corazón del antiguo barrio norte, uno de los sectores de Talca más castigados por el movimiento telúrico de de 8.8 grados en la escala de Richter.
El P. Patricio ejerció su labor allí durante los últimos cuatro años, tiempo en el cual logró consolidar un trabajo espiritual y social con los diferentes grupos que forman dicha comunidad.
¿Cuál fue su primera actitud frente a los acontecimientos que estaban ocurriendo?
Primero que todo, mi actitud fue de Oración, pues soy creyente en ella, principalmente como un acto de solidaridad, como siempre se los dije a los parroquianos. Luego, un plan de contingencia para poder concurrir en socorro de ellos. Fue entonces que realizamos una campaña de recolección de alimentos, para suplir algunas necesidades propias de los momentos de catástrofe. En conjunto con los miembros de toda la comunidad, alumnos, profesores y apoderados, logramos reunir 107 canastas familiares, que gracias a la empresa Lit Cargo, pudimos transportar gratuitamente, junto a una delegación compuesta por el Coordinador de Pastoral de la presencia serenense, Hugo Strahsburger, la Orientadora, Ximena Molina, y los alumnos Ignacio Moreno y Camilo Vera.
¿Cuál es el objetivo de la visita que está realizando al barrio Santa Ana?
Principalmente vine para animar a la gente, a darles fuerza espiritual, escuchándolos, y reiterándoles que no están solos, que estamos en comunión espiritual, y mi aporte y el de la comunidad salesiana de La Serena es acompañarlos con la fuerza espiritual, con la Oración y con las campañas solidarias que hagamos hasta que logren salir de la situación compleja que están viviendo.
¿Cómo fue su impresión al ver el estado en que quedó el barrio Santa Ana tras el terremoto?
La verdad es que se me apretó el corazón. Me afligí, principalmente porque es un barrio en el cual vive mucha gente de escasos recursos y tercera edad. Muchos agentes pastorales perdieron sus casas, y uno va contemplando todo esto. Lo importante es darse cuenta que a nadie le falta Dios y nosotros estaremos atentos a poder devolver la esperanza, aunque confío en la gente del barrio norte talquino, porque tienen la fuerza para salir adelante.