Primeras profesiones religiosas: “Llamó a los que quiso, se quedaron con Él y los envió a predicar”

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Siete nuevos religiosos salesianos tiene la Congregación en Chile desde el sábado 30 de enero. Eduard Ernesto Rojas Álvarez de Copiapó, Ricardo Francisco Núñez Núñez de Catemu, Óscar Rodrigo Riffo Araneda de Valparaíso, Jorge Enrique Saavedra Sepúlveda  y Osvaldo Andrés Valenzuela Arriagada, ambos de Talca, Eduardo Javier Oviedo Cárdenas de Concepción, y Mauricio Esteban Reyes Schwencke de Valdivia. Dijeron SI al Señor al profesar sus primeros votos de pobreza, obediencia y castidad.
La Eucaristía fue presidida por el P. Inspector Leonardo Santibáñez, y concelebrada por los obispos, Mons. Tomás González, Obispo Emérito de Punta Arenas y el Obispo de Arica, Mons. Héctor Vargas, junto a salesianos de todas las presencias de Santiago y algunos de Antofagasta, Linares, Talca, Catemu, Copiapó y Valparaíso.
Emocionados familiares y amigos de los jóvenes que profesarían, llenaron el templo de la casa del Noviciado salesiano en Macul. Cabe destacar la presencia de los 50 muchachos que participaban del  Campamento de Búsqueda y Camino Vocacional para jóvenes a la vida consagrada salesiana (Cambusca) que se realizaba en Quilpué y que llegaron a acompañar a estos 7 novicios.
El lema que ellos eligieron fue: “Llamó a los que quiso, se quedaron con Él y los envió a predicar” tomado del evangelio según San Marcos. 
En la explicación que ellos dieron a los presentes del por qué eligieron este lema, señalaron que su Consagración es ante todo una iniciativa de Dios que los llamó; que “quedarse con Él” quiere expresar la particular relación que Él ha entablado con cada uno de ellos; y que Él los envía a predicarle a los jóvenes especialmente a los más pobres, por los que reafirmaron su compromiso junto a Don Bosco.
En su homilía, el P. Inspector señaló que si bien, al ser religiosos salesianos, ellos renuncian a formar una familia propia, a tener bienes propios, y a ejercer su legítima libertad, lo principal en la vida religiosa no son las renuncias, sino la acogida del misterio de Cristo vivido en la Iglesia y señalar así al Hijo de Dios como la meta final a la que todo tiende, ya que Él es el único que puede satisfacer totalmente el corazón humano.
El Provincial recalcó que este lema es sin duda, un proyecto fascinante y desafiante a la vez: “Estos hermanos nuestros han respondido sí al Señor y comienzan a caminar. Cada uno de nosotros, sus hermanos en Congregación, sus padres y familiares, sus amigos y la Familia Salesiana está aquí para acompañarlos y apoyarlos, y sobre todo está el Señor Jesús con la fuerza de su Espíritu que es el único que puede sostener una decisión radical como ésta” dijo.
Sin duda alguna el momento de más emoción, es cuando sus padres, al igual que hicieron el día de su bautismo con investidura blanca, revisten a los neoprofesos con el alba y sellan el momento con un fuerte abrazo.
Antes de finalizar la ceremonia, Oscar Riffo, a nombre propio y de sus 6 compañeros, dirigió algunas palabras a los presentes. En ellas, los neoprofesos agradecieron a Dios, a la Congregación Salesiana, a sus padres y familiares y por supuesto a los innumerables jóvenes que se han encontrado en este camino, especialmente aquellos rostros concretos  “por motivarnos, porque gracias a ellos, buscamos consagrarnos” señalaron.
Finalmente pidieron a los presentes su ayuda para ser buenos religiosos: “Corríjannos sin miedo si es necesario, ya que nuestra santidad será válida en cuanto más felices sean ustedes-dijeron-porque sólo así sabremos que lo estamos haciendo bien. Y únicamente se cumplirá todo esto, si nuestra fidelidad a Jesús es verdadera, insuperable y para siempre”.
Luego de finalizada la Profesión Religiosa de los 7 nuevos salesianos, se reunieron a celebrar junto a sus familias y amigos en los jardines de la casa del Noviciado salesiano.