Ordenados tres nuevos sacerdotes para la Iglesia y la Congregación Salesiana

0211_01.jpg“Hoy es un día de gozo para la Congregación Salesiana. Es un día de fiesta para toda la Comunidad de la Iglesia: el rebaño que Dios nos ha confiado cuenta con tres nuevos pastores”. Con estas palabras, el Arzobispo de Concepción, Mons. Ricardo Ezzati, describió la emoción vivida por la Familia Salesiana el sábado 31 de octubre, en el templo de María Auxiliadora de Lo Cañas, luego que por imposición de sus manos confiriera el orden del Presbiterado a Pedro Pablo Carrera Reyes, Sebastián Nicolás Muñoz Olmos y José David Toledo Ralil.

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Familiares y amigos de los nuevos sacerdotes repletaron el templo, y más de 50 sacerdotes tanto de la Congregación Salesiana -venidos de las presencias de Santiago, Catemu, Talca, Antofagasta y Valdivia- como también el Obispo Emérito de Punta Arenas, Mons. Tomás González, el P. Inspector Leonardo Santibáñez y los miembros del Consejo Inspectorial acompañaron a Pedro, Sebastián y José en este importante momento.
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Llegaron también para compartir la alegría de los salesianos, pastores diocesanos y de las Congregaciones Columbana y Barnabita- muchos de ellos compañeros de Universidad de los ordenandos-  además de religiosas mercedarias, e Hijas de María Auxiliadora, entre otras. Cabe destacar que los cantos, que dieron un toque de solemnidad a la ceremonia, estuvieron a cargo del coro de la Universidad Católica Silva Henríquez.

Al comienzo de la ceremonia se leyeron tres saludos enviad0211_04.jpgos a Pedro, Sebastián y José. El primero en ser leído correspondía al Rector Mayor, P. Pascual Chávez, en el que además de recordarles que su ordenación tiene un sentido especial por cumplirse los 150 años desde la fundación de la Congregación, les deseó que “Don Bosco y su pasión por los jóvenes inspiren y acompañen siempre vuestra vivencia sacerdotal; que Don Rúa os ayude a ser ‘la copia fiel’ de Don Bosco que él deseaba fueran todos los salesianos”.

Los otros dos saludos fueron del P. Natale Vitali, Regional para América Cono Sur, quien desde Brasil los recordó en este momento de gracias; y del Obispo de Punta Arenas, Mons. Bernardo Bastres Florence, a quien correspondió ordenar al P. Erick Oñate el sábado 24 de octubre en Puerto Natales.

0211_05.jpgLa ceremonia en sí fue tranquila pero emocionante, y los momentos de mayor emotividad estuvieron dados cuando los nuevos sacerdotes fueron revestidos por sus padres y tres sacerdotes significativos en sus vidas: El P. Vicente Soccorso, el P. Ángel Mercado y el P. Patricio Troncoso; y luego, en el momento de los saludos de sus hermanos presbíteros, cuando al P. Erick Oñate le correspondió abrazar y dar la bienvenida a sus compañeros de formación de tantos años.

Un signo significativo fue que el cáliz utilizado para la Consagración, perteneció a Camilo Ortúzar Montt, primer sacerdote salesiano de Chile.

Finalmente, y ya convertidos en nuevos salesianos sacerdotes, los tres se dirigieron a los presentes para agradecer su cercanía. En la ocasión, el P. Pedro Carrera se refirió al sacerdocio como un don y una tarea. El P. Sebastián Muñoz señaló que la gracia recibida esa tarde era toda para los jóvenes, y el P. José Toledo dedicó el momento a sus padres que siempre lo apoyaron, y dos sacerdotes que ya partieron a los brazos del Padre: El P. Rodrigo Carranza y el P. Pablo Ugarte.

Palabras de Mons. Ezzati:

El Arzobispo de Concepción, se refirió durante su homilía, a las palabras del profeta Jeremías: “Antes de formarte en el vientre te conocí, antes que salieras del seno te consagré” (Jer.1,5).

“Como aconteció con el pueblo de la primera Alianza -dijo Mons. Ezzati- con los profetas y después con María y los Apóstoles, somos escogidos 0211_06.jpgpor Dios para ser su pueblo, un pueblo santo, un pueblo testigo de la riqueza infinita de su misericordia. Nos eligió antes de que naciéramos o, como afirma San Pablo, ‘cuando todavía éramos pecadores’, por pura iniciativa suya, gratuitamente”.

Luego el Arzobispo se refirió a algunos gestos sacramentales de la Ordenación Presbiteral, como el signo de la comunidad reunida, la unción de las manos y de la entrega de las ofrendas y el abrazo de paz del Obispo y de los presbíteros.

Finalizada la ceremonia y en conversación con Ofisa, Mons. Ezzati manifestó su alegría por el Orden Presbiteral que recibirán en el transcurso de tres semanas, seis nuevos sacerdotes salesianos: “El don de un sacerdote y en este caso de seis sacerdotes, es siempre un signo de que Dios nos quiere y nos quiere mucho, que quiere a la Congregación, que quiere a su misión, y que quiere que siga siendo muy fecunda en el seno de la Iglesia y el servicio especialmente de los jóvenes”.

0211_08.jpg“En segundo lugar- señaló el Arzobispo- pienso que los seis sacerdotes que van a ser ordenados, en este año de los 150 años de la fundación de la Congregación, recuerda precisamente ese pequeño grupo de jóvenes que iniciaron junto con Don Bosco la tarea de construir este proyecto de Dios. Eran muchachos que poco tiempo después llegaron a ser sacerdotes, santos, misioneros, muy generosos y, por consiguiente, esta ordenación es un gran signo de esperanza para el futuro vocacional de la Inspectoría”.

Mons. Ezzati indicó también que la Congregación Salesiana tiene una gran misión que cumplir todavía en la historia, que no está llamada simplemente a mirar el pasado en estos 150 años de vida, sino está llamada a discernir lo que Dios quiere en el futuro,  hasta el advenimiento de Dios.

“Para mí ha sido muy emocionante esta tarde imponer las manos a tres sacerdotes, en un templo que muchas veces fue testigo de ordenaciones sacerdotales. Pasó por mi mente esta tarde la figura del Cardenal Raúl Silva Henríquez, que muchas veces ordenó sacerdotes aquí a los pies de esta María Auxiliadora, obra del P. Luis Mebold; también la figura de Tomás González y de otros obispos. Doy gracias a Dios por todo esto y hoy también le he dado gracias al Señor por los 50 años de vida aquí en Chile, donde el Señor me trajo justamente de manos de María, en vísperas del inicio del mes de María, en noviembre de 1959. Todo ha sido gracia, y por eso también mi sentimiento más profundo es decir gracias, gracias a Dios, a la Iglesia, a la Congregación Salesiana”, finalizó el Arzobispo.