El martes 1 de septiembre falleció sor María Boric Cronsija, Hija de María Auxiliadora de la comunidad del Instituto Sagrada Familia de Punta Arenas. Sor María era hermana del Primer Obispo Salesiano de Magallanes, mons. Vladimiro Boric. El 2 de agosto recién pasado, había cumplido 100 años de edad, y en 1988 fue declarada Ciudadana Ilustre de la Región.
El P. Obispo Tomás González, sucesor en Punta Arenas de mons. Boric, cuenta que sor María era la última de sobreviviente de los hemanos Boric, que además tenía a otra Hija de María Auxiliadora.
El P. Obispo destacó algunos elementos distintivos de esta religiosa: “su gran sentido de la alegría salesiana, especialmente a través de las obras de teatro con la juventud. Además, cada domingo reunía a las empleadas domésticas para que convivieran y les daba elementos de catequesis”. El Obispo Emérito de Magallanes cuenta además que sor María junto a él preparaban a estas mujeres para recibir el sacramento de la Primer Comunión y Confirmación.
Con motivo del centenario del nacimiento de sor María, el siguiente fue el testimonio de sus hermanas religiosas: “Decir algo de Sor María no es difícil… Fue una mujer plena, realizada como mujer y como consagrada. Activa a más no poder. Amante del teatro desde pequeña hasta la víspera de su postración en cama… Hermana del primer Obispo de Magallanes, Monseñor Vladimiro Boric y declarada ciudadana ilustre de Magallanes en agosto del año 1988. Como profesora normalista, siempre dispuesta a ayudar a sus alumnas. Siempre alegre. De carácter siempre igual, ella no manifiesta cambios y eso es virtud. Su entrega apostólica en la tierra Magallánica fue siempre sin medida… Animadora de comunidades: del Liceo de María Auxiliadora de Valparaíso, del Instituto Sagrada Familia, del Colegio El Centenario de Santiago, Directora y Profesora en el Colegio Madre Mazzarello de Puerto Natales… Encargada de la formación humana y cristiana de las Asesora del Hogar, a quienes les entrega lo mejor de sí misma y ama con amor preferencial hasta que las fuerzas físicas la abandona…La presencia de Sor María Boric Crnosija en comunidad fue siempre para nosotras las hermanas un estimulo para dar al Señor un Sí generoso y entregarnos con alma, vida y corazón a cada joven que Él nos confía”.