Dios siempre es más y se sirve de lo imprevisto para mostrar su camino. Fue parte de lo expresado por Claudio Cartes y Leonardo Pinuer al término de
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En el momento de las palabras finales de la ceremonia, Claudio y Leonardo se mostraron emocionados, contentos y llenos de gratitud a Dios, a sus familias, a
“Agradecimiento a ustedes jóvenes porque hacen posible el sueño de Don Bosco, porque le demuestran a la sociedad que es posible seguir adelante, porque me enseñan la fuerza para caminar hacia los sueños, pero por sobre todo, porque me regalan día a día el sentido de la vida”, manifestó Leonardo.
La celebración fue presidida por el Padre Inspector Leonardo Santibáñez. Concelebraron el Vicario del Inspector, P. Vicente Soccorso, y numerosos salesianos de las comunidades de Santiago y regiones. El templo María Auxiliadora de Lo Cañas estaba repleto de familiares y amigos de los profesos perpetuos.
En el rito de la profesión, los candidatos fueron llamados por el Director del Teologado, P. José Lino Yáñez y los testigos fueron el P. Néstor Muñoz y el hermano Marcelo González.
¿Qué futuro puede tener un proyecto para toda la vida?
En su homilía, el P. Inspector presentó una pregunta: “¿Qué futuro puede tener un proyecto para toda la vida?”, si se considera la invasión de la cultura light que rechaza lo que es duro, lo pesado y se queda sólo con lo ligero, donde todo es sin calorías, sin gusto ni interés, la esencia de las cosas no interesa y todo puede ser experimentado, todo es transitorio y pasajero. “En realidad sólo tiene validez – un proyecto para toda la vida -a partir de la fe que se apoya en el mismo Jesús que se hizo obediente, pobre y casto para nuestra salvación y que fue obediente hasta la muerte y muerte de Cruz”, respondió el Inspector.
“Claudio y Leonardo son consagrados en
Al concluir el provincial indicó: “El Señor que es siempre fiel no puede desmentirse y fallar a su palabra. En cambio nosotros estamos siempre revestidos de fragilidad, por eso en esta Eucaristía queremos pedir por la fidelidad de estos dos hermanos y de todos los consagrados del mundo entero para que podamos, en medio de este mundo, donde todo parece provisorio, ayudar a los hermanos, especialmente a los más jóvenes a levantar su vista y mirar más allá de esta realidad provisoria que a veces aparece oscura y limitada. Mirar hacia las realidades eternas que le dan sentido a toda nuestra vida. Lo que Don Bosco solía repetir con mucha sencillez: ‘un poco de Paraíso lo arregla todo’”.