Los Delegados de Pastoral Juvenil de los Salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora del Cono Sur, más el P. Rafael Borges del Dicasterio de
Participaron SDB, HMA y laicos de Paraguay, Uruguay, Argentina y Chile, conformando un grupo de 14 personas. Como fruto del trabajo del trienio anterior, se entregó a los participantes una cantidad proporcional de copias del Cuaderno de Pastoral Juvenil n° 40 titulado “La dimensión vocacional del carisma salesiano”, que ahora deberá ser socializado en los propios países.
Durante el encuentro se definió el tema a trabajar por el SEPSUR en el trienio 2009-2011, se consensuó los criterios metodológicos para abordarlo y se acordó los principales puntos y efectos logísticos de
El tema elegido con su debida justificación, quedó expresado, en una primera redacción que debe presentarse a los inspectores e inspectoras, de la manera siguiente:
Nuevos contextos y encuentro con los jóvenes: desafío a nuestra identidad carismática y a nuestra propuesta de educación en la fe.
“Creemos que el tema propuesto nos permite concretar nuestras búsquedas y es respuesta al Dios de la vida que nos invita a transitar estos senderos con los jóvenes”, indica al P. Juan Carlos Zura, Delegado de la Pastoral Juvenil Inspectorial de Chile, respecto de la definición de la temática.
Sostiene además el P. Zura que el tema está en continuidad con el camino y la reflexión hecha en los trienios anteriores (“Mientras vas de camino” y “La dimensión vocacional del carisma salesiano” – SEPSUR cuadernos 39 y 40 ), “donde se nos invita a vivir junto con las y los jóvenes experiencias de búsqueda, permitir que los jóvenes nos ayuden, para poder así animar y acompañar procesos de resignificación de nuestra vocación salesiana, buscando comunitariamente claves de interpretación del lenguaje, la simbólica y las estéticas juveniles”.
El domingo anterior a la realización del trabajo fue dedicado a la acogida y a la distensión con un programa ofrecido por los anfitriones chilenos Sor Cathy Ramírez, Lorens Duarte, Pedro Lastra y el P. Juan C. Zura, consistente en un paseo que partió de Lo Cañas y se dirigió, en primer término, hacia los valles de Curacaví y de Casablanca, donde se hizo un breve alto en