Fiesta de San Juan Bosco: “Confiar en los muchachos… ayudarles a desarrollarse y vivir como personas”

Para celebrar un año más al Padre y Maestro de la Congregación Salesiana, en su día, la Familia Salesiana de Santiago se congregó en la noche del sábado 31 de enero en el Templo San Juan Bosco de La Cisterna, como es tradicional. El ambiente era de alegría, de gratitud y de fidelidad al Santo y la más clara manifestación de ello, fue la cantidad de personas que repletaron las naves de la iglesia.

La Eucaristía estuvo presidida por el Consejero Regional para el Cono Sur, P. Natale Vitali y concelebrada  por el P. Inspector Leonardo Santibáñez, el P. Vicario Vicente Soccorso, el P. Director de la presencia de La Cisterna, P. Hugo Strahburger y salesianos de las demás presencias de Santiago.

En su homilía, el P. Natale Vitali, comenzó expresando su gran alegría de estar en la Inspectoría de Chile, la que considera su casa. Posteriormente se refirió a la consiga propuesta por el Rector Mayor para este año, la que catalogó de “aún más estimulante, urgente y exigente que las anteriores”. “Tiene que ver con nuestra identidad y nuestra misión. De esta Consigna depende, en efecto, una presencia más visible en la Iglesia y en la sociedad y una acción más eficaz para afrontar los grandes desafíos del mundo de hoy”, agregó.

El P. Natale indicó también que este año “debe ayudarnos a hacer siempre más real la convicción de Don Bosco, que la educación de los jóvenes requiere una gran red de personas dedicadas a ellos y una decidida convergencia de intervenciones para alcanzar las metas que los jóvenes esperan, y ser significativos para la sociedad”.

Sostuvo además que tanto el 150º aniversario de la fundación de la Sociedad Salesiana como la preparación del bicentenario del nacimiento de Don Bosco (1815-2015) son acontecimientos que justifican la elección del tema de la Consigna 2009.

Recordó los inicios de la obra de Don Bosco, la cual se fraguó con la ayuda de los propios jóvenes también “En ese 18 de diciembre de 1859, Don Bosco propuso a algunos jóvenes de ayudarlos para salvar a muchos jóvenes. Algunos no estaban convencidos. Recuerden el discernimiento del joven Cagliero – después primer obispo y cardenal salesiano – pero al final decidió. ‘Fraile o no fraile, me quedaré con Don Bosco’. Con don Bosco, los jóvenes son cofundadores de nuestra Congregación, caso inédito en la historia de la Vida Religiosa”.

El Regional manifestó que el dinamismo con que ha crecido la Congregación hasta hoy ha sido tal que se muestra como un verdadero don de Dios a la Iglesia y al mundo: “Partiendo de la parábola usada por Jesús para explicar el Reino de los cielos y su dinamismo, me atrevo a decir que la semilla sembrada por Don Bosco ha crecido hasta convertirse en un árbol frondoso y robusto…a los grupos originarios se han unido, bajo el impulso del Espíritu Santo, otros grupos – ya son 26 – que, con vocaciones específicas, han enriquecido la comunión y acrecentado la misión salesiana”, agregó.

El P. Natale indicó que emergen algunas exigencias para proseguir el camino de crecimiento y alcanzar la meta de la comunión en la misión que propone esta Consigna: Trabajar juntos como Familia Salesiana; Colocar hoy más que nunca en el centro de la Familia Salesiana la espiritualidad salesiana como impulso para la comunión por la misión; adquirir una nueva mentalidad: vivir como Familia y actuar siempre como Movimiento. Pensar globalmente y actuar localmente y profundizar la experiencia salesiana que se desarrolla en la condición laical: los primeros colaboradores de don Bosco fueron los jóvenes y los laicos.

Concluyó el P. Natale su prédica refiriéndose al deceso hace 150 años de Miguel Magone, adolescente de 14 años que Don Bosco conoció en 1857 en la estación de un pequeño pueblo llamado Carmagnola, cercano a Turín. Miguel era un chico que vagabundeaba por las calles y se había hecho con el mando de una banda de muchachos como él: “carne de cañón, sin presente ni futuro, con la cárcel en un horizonte más o menos próximo”.

El P. Natale explicó como el encuentro con Don Bosco le cambió la vida, pues junto a él encontró una casa, una familia…un padre y una nueva oportunidad para su vida. “Con Don Bosco pudo vivir una experiencia que hoy llamaríamos un auténtico itinerario educativo. Miguel murió muy pronto, a inicios del 1859, afectado por una enfermedad pulmonar. Pero en este corto espacio de tiempo junto a Don Bosco, encontró sentido a su vida y experimentó qué significa que alguien confíe en ti. Este es el secreto de Don Bosco. Confiar en los muchachos y ayudarles a que saquen de dentro de sí las mejores energías para desarrollarse y vivir como personas”.

Un momento pleno de emoción, fue la ofrenda de los dones, en el que se llevó al altar un cuadro y una reliquia de Don Bosco, como anticipo de lo que se vivirá a partir de julio de este año, cuando una urna con una reliquia del Santo, comience en nuestro país un recorrido por todas las presencias salesianas del mundo para conmemorar los 150 años de la Congregación.  

Antes de finalizar la Acción de Gracias, el P. Inspector hizo entrega simbólica a los grupos que componen la Familia Salesiana, del texto y dvd de la Consigna del Rector Mayor para este año, además de las cartas de la Misión y de la Comunión, que el noveno sucesor de Don Bosco ha solicitado sean leídas y actualizadas en la labor de cada uno de estos grupos, como una condición para hacer de la “Familia Salesiana un vasto movimiento para la salvación de los jóvenes”.