Nueva conmemoración de la pascua de la beata Laura Vicuña, una niña que se supo “regaloneada por Dios”

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2301_04.jpg¿Puede haber una santa con 12 años? Fue la reflexión primera del P. Carlos Cox, Director de la Pastoral de Santuarios y Piedad Popular de Santiago y Rector del Templo Votivo de Maipú, durante la homilía en la fiesta de la beata salesiana Laura Vicuña, celebrada el jueves 23 enero en el Santuario de Renca en Eucaristía presidida por el Vicario del Inspector P. Vicente Soccorso.

2301_05.jpgY la respuesta del P. Carlos ante la pregunta fue un rotundo Sí, porque, según explicó, a pesar de estar recién despertando a la vida, recién forjando el carácter y las relaciones con los demás, está claro que puede haber una santa a los 12 años, como Laura, porque para ser santos la condición fundamental es “tener un gran corazón de niño”. “Eso Jesús lo vivió y lo transmitió cuantas veces pudo, por ejemplo, cuando dijo: ‘El que no tiene espíritu de niño no entrará en el reino de los cielos (Mc 10) o cuando reprende a los apóstoles porque no dejaban que los niños se les acerquen”.

Participaron en la celebración un grupo multitudinario de fieles del Santuario de Renca, miembros de la Familia Salesiana de los diferentes grupos y presencias, y la Provincial Sor Graciela Pinto. Se contó con la cobertura en vivo de Radio María. Concelebraron más de una decena de sacerdotes, entre los que se encontraban los Salesianos Pedro Elías García, Harry Peterson, Giovanni Carraro, Juan Pérez y los miembros de la Casa Rinaldi Luis Burgos, Angel Mercado, Carlos Vilches y Juan Noero.

2301_06.jpgLa celebración de la Eucaristía estuvo antecedida por la presentación del grupo “Los Grillitos”, de la localidad de graneros, quienes interpretaron cantos populares y en paralelo pusieron en escena bailes y la dramatización de los mismos cantos. Finalizaron con cantos en honor a Laura.

Hacia el final de la celebración, Mauricio Domínguez, Gerente General de la Fundación Laura Vicuña, dio a conocer las nuevas iniciativas de la Fundación: el Centro Comunitario Familiar en la Región de la Araucanía, el Proyecto residencial “La Casa de Laura Vicuña” cuyo objetivo es cuidar a niños de entre 6 y 18 años que han sido vulnerados en sus derechos, la consolidación del Centro de Espiritualidad del Santuario finalizando con algunas obras menores, y el apoyo continuo a los programas y proyectos sociales que ejecuta la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora y la Fundación.


Ser plenamente niños

2301_09.jpg“Para ser plenamente santos necesitamos ser plenamente niños, y ser plenamente niños significa percibir, saber y gustar que Dios tiene un plan delicado con cada uno de nosotros, que cada uno de nosotros es una criatura predilecta de Dios, en lenguaje chileno, que Dios busca regalonearnos en medio de la vida, y cuando uno es capaz de percibir a un Dios que nos regalonea en medio de la vida, puede haber muchas tragedias humanas, como las tuvo Laura: haber perdido a su padre, tener que dejar su lugar de nacimiento, tener que dejar su patria, tener que vivir la pobreza y sobretodo las amenazas y golpes, pero a pesar de eso tuvo una vida distinta porque se supo profundamente niña y profundamente cercana y 2301_08.jpgquerida por Dios y María, lo que dio paso a la plenitud de la vida y la perfección del amor que significa la santidad”, explicó el P. Carlos.

Reparó en el hecho de que, de los santos que Dios ha regalado al pueblo de Chile, dos de ellos, el P. Hurtado y Laurita, vienen de situaciones familiares difíciles, con madres viudas y todo lo que significa que la progenitora en soledad enfrente la subsistencia y educación de los hijos, a pesar de contar con el apoyo de demás familiares. “Pero la clave es que fueron sanados, elevados por una iglesia, que de esas heridas familiares, les acompañó para tener familias y hogares santos”.

El P. Carlos destacó también en la vida de Laura, la incidencia de las hijas de María Auxiliadora en la educación y acompañamiento. Recordó el saludo escolar enseñado por las hermanas a la beata: Viva Jesús en nuestros corazones, y una de las jaculatorias preferidas de Laurita: Soy tuya Madre mía.

Indicó también el P. Carlos que lo fantástico de lo experimentado por Laura es que no quedó en la recamara de su corazón, sino que permitió despertar la fe de su madre. “La fe se transmite por el contacto vital, un fuego enciende a otro fuego. El fuego que había en ella (Laura) le permitió a su madre volver a saberse hija querida 2301_07.jpgde Dios, levantarse y comenzar a vivir nuevamente como esa hija pródiga que vuelve a recuperar su dignidad y sentido de vida”.

Antes de la celebración de la Eucaristía, el P. Carlos compartió con OFISA su visión del Santuario de Renca en el contexto arquidiocesano. Lo cual lo catalogó como un Santuario emergente, que se está haciendo y con muchas posibilidades por cuanto toca la zona Norte y permite articular una vida de complemento con las parroquias. La originalidad que vislumbra va en la línea de la juventud más herida. “Este es un Santuario especialmente abierto para la juventud en situación de riesgo, los niños de familias heridas. Cuando vemos en la sociedad chilena que hoy la mayoría de los niños nacen fuera del Matrimonio, cuando vemos en la sociedad chilena que es muy grande la tendencia a la disminución de los matrimonios civiles y religiosos, creo que es ahí que este Santuario tiene una misión muy importante”.