El viernes 5 de diciembre, en
Sus tres hijos, familiares, alumnos y alumnas del Colegio, personal docente, administrativos y auxiliares, junto a una multitud de antiguos alumnos y amigos repletaron
La Misa
La Eucaristía
En esta casa salesiana se desempeñó como profesor de Ciencias Sociales, Educación Tecnólógica y como Inspector Asistente. Su dedicación y fidelidad a las tareas de las cuales era responsable, junto a un estilo de exigencia en la disciplina, caracterizaban su actuar. Aparecía como un hombre severo, pero a la vez amigable. En más de una ocasión, sus antiguos alumnos le manifestaron su gratitud por haberles enseñado hábitos de orden, responsabilidad y disciplina.
Esta entrega quedó graficada en una frase que, con ocasión de la celebración de sus 40 años de servicio educativo, expresara a todos los alumnos y alumnas del Colegio: “Queridos niños y niñas, Mi vida son Ustedes”, dijo conmovido.
Al término de
Después del responso final, se procedió al traslado de sus restos mortales al Cementerio Metropolitano.
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