Entrevista al P. Sergio Cuevas

0509_01.jpgDurante un mes estuvo de visita en Chile el P. Sergio Cuevas León, salesiano sacerdote chileno que ha ejercido numerosos servicios en la Congregación a nivel nacional y mundial, entre los que se cuentan: Provincial de la Inspectoría en la década del 70, Regional para América Latina y Responsable de la Familia Salesiana. OFISA dialogó con él antes de su regreso el jueves 4 de septiembre a la comunidad salesiana de Turín donde reside.


El P. Sergio es oriundo de Valparaíso. Tiene 75 años de edad, 60 de Salesiano y 50 de Sacerdocio. Es hijo de Juan y Laura del Carmen. Su hermano Juan Guillermo vive en Santiago.

Comenzó a discernir su vocación salesiana mientras realizaba sus estudios secundarios en el Colegio Salesiano de Valparaíso. El Director era el P. Manuel Acuña, ya fallecido, quien lo animó a visitar a los reos jóvenes de la cárcel junto a un grupo de muchachos. “Ahí nos dimos cuenta que había mucho que hacer, chiquillos abandonados, de bajos niveles desde el intelectual al económico, entonces comenzamos a trabajar con ellos, enseñarles a leer, a jugar… no sabían jugar, peleaban mucho”.

En medio de ese servicio recuerda cuando el P. Acuña le preguntó: “Tu estás bien ¿y los demás?”. Este cuestionamiento gatilló en él la idea de responder, pero aún sin estar convencido de ser salesiano. Tenía claro el deseo de asistir a los necesitados, pero no de abrazar la vocación, más bien sus proyectos eran ingresar a la escuela de Medicina.

Entonces su padre le autorizó que a modo de prueba comenzara la formación salesiana. Recuerda el P. Sergio que cada cierto tiempo llegaba su papá a buscarlo porque ya había probado, y siempre lo dejaba un tiempo más para seguir probando. “Se fue creando la inquietud por permanecer, sin tener tantas ideas claras al comienzo. Me interesaba hacer lo que hacía Don Bosco, lo demás era para mí secundario”.

El P. Sergio pudo conocer al P. Hurtado personalmente y también acceder a muchas de sus publicaciones. Esto, junto con el llamado de Don Bosco, fraguaron en él el anhelo de dedicar la vida entera para socorrer a la juventud más necesitada.

Los primeros años de formación los realizó en Chile y luego fue enviado a Europa para concluir sus estudios de Filosofía y Teología. La última parte de la Teología la realizó en la Universidad Gregoriana de Roma. Su acento en la formación recayó en la Sicología. Tuvo como maestro al P. Juvenal Dho.

Llegado a Chile comenzó a ejercer como profesor de Filosofía y Teología. Trabajó como ayudante del P. Dho en la selección de los muchachos que entraban a la Gratitud Nacional. “Hacíamos análisis de cada chico, si tenía o no cualidades para ser técnico”.

Posteriormente le hicieron delegado de los grupos apostólicos salesianos, que por aquel entonces se llamaban Compañías Salesianas, nombre creado por el propio Don Bosco. Viendo la carencia de la dimensión apostólica de estas agrupaciones, se dio a la tarea de conformar un nuevo grupo en Chile, con nuevos bríos, nuevas ideas, que resultó ser el Movimiento Juvenil Salesiano.

Para esta tarea le fue de gran ayuda la abundante experiencia recogida en Europa en el trabajo con los pobres, mientras era estudiante. Estuvo en Bélgica, Francia, Alemania y Austria.

Desde 1972 hasta 1977 fue Inspector de Chile. Durante esos años se abocó a la conformación de esta nueva agrupación, para lo cual contó con la colaboración de sor Teresa Allende, entonces vicaria Inspectorial de las Hijas de María Auxiliadora; también del P. Hugo Strahsburger y el P. Carlos Ordóñez. Se comenzó entonces con el proyecto de ofrecer vacaciones felices a los niños pobres de las barriadas de Santiago, más menos por el año 75.

Cuenta que P. Cuevas que la sistematización de este trabajo surgió a partir de la reacción de los propios jóvenes, quienes, al final de la experiencia, no querían separarse de los niños. Se acuñó entonces el concepto del MJS, cuya finalidad era la formación de líderes cristianos. Pronto fue replicado en Argentina, Uruguay, Paraguay, Colombia y Centro América. Incluso salesianos de otras inspectorías venían para conocer cómo hacer.

A petición del Rector Mayor, P. Egidio Viganó, el MJS fue replicado en todo el mundo. La existencia del concepto y operacionalización del Movimiento en la Congregación tiene como germen la experiencia realizada en la Inspectoría de Chile.

Su período de Inspector estuvo antecedido por siete años a la cabeza del Colegio Salesiano de Concepción. Recuerda que existían dos colegios, unos para los pobres: la escuela industrial, y otro para los ricos: el liceo. Se dio a la tarea de hacer un solo colegio, buscando evitar las discriminaciones. Tuvo que enfrentar las presiones de todos los sectores políticos que intentaron frenar la unificación. Cuenta que en cuanto a la educación impartida a los muchachos, se dio énfasis a la libertad educativa y se les animó a descubrir la disciplina, para no imponérsela. Participó, junto con el Arzobispo de Concepción de la época, en la creación de la Universidad Santísima Concepción.

El P. Sergio tuvo la experiencia de conducir la Inspectoría en el Gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende y en el Gobierno Militar de Augusto Pinochet. No considera un tiempo más difícil que el otro, los dos similares en la carencia del respecto y los excesos.

Siendo Inspector fue elegido para integrar el Consejo General en 1977, servicio que ejerció durante 12 años, primero como Regional de América Latina, luego como Responsable de la Familia Salesiana y posteriormente como Consejero para la Comunicación Social. Participó en la creación de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia Salesiana de Roma. Participó en cinco Capítulos Generales de la Congregación. Estuvo prácticamente en todos los países donde existe presencia salesiana, más de 100. Maneja ocho idiomas.

Regresó a Chile en 1991 y estuvo hasta 1998. En 1999, el Rector Mayor, P. Juan Vecchi, lo animó a participar en un proyecto de renovación de los Salesianos luego de los 40, 50 y 60 años, que buscaba no perder la experiencia y preparación adquirida. Posteriormente realizó varios servicios: estuvo cuatro años en Jerusalén realizando labores docentes en el estudiantado teológico de la Congregación; colaboró medio año en la formación de los salesianos de países que se estaban desligando de la órbita soviética: Praga, Eslovaquia y Ucrania; otro medio año ejerció como profesor de Teología en San Pablo, Brasil.

Animado por el Rector Mayor actual, P. Pascual Chávez, comenzó a residir en Valdoco (Turín) desde 2003, cuna de Don Bosco, luego de varios años de intenso trabajo. Actualmente desempeña algunos servicios en la pastoral de la Basílica María Auxiliadora y asesora a la Pastoral Universitaria.

Son muchas las cosas destacables a agregar de la historia y servicio ejercido por este salesiano. Se podría nombrar, por ejemplo, su amistad con el Cardenal Silva, la presidencia en la FIDE, etc. Luego de cinco años en Turín manifiesta estar disponible a responder a nuevos llamados, para seguir sirviendo a la Congregación.