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Expresando su personal satisfacción por cuanto indica el documento, el P. Pascual pone enseguida en evidencia que la instrucción subraya, sobre todo en el número 29, que la autoridad y obediencia no son actitudes específicas de los religiosos y consagrados, sino de todo ser humano. Considerada como algo que va contra los valores humanos fundamentales de la libertad, de la autonomía y hasta de la propia conciencia, la obediencia, incluso en algunos ambientes católicos es considerada como irrelevante.
Mirando a los votos de la vida religiosa, el P. Pascual considera que
El voto de Obediencia es hoy contra-cultura. “Hay una acentuación desmesurada sobre la propia autonomía, la propia libertad, sobre la propia realización que parecería contracorriente respecto a un tema como el de la obediencia”, ha declarado el Presidente de
Y es la obediencia filial de Jesús la que ayuda a superar el prejuicio de la cultura moderna en relación con la obediencia. “La obediencia representa, diría, la actitud filial por excelencia del Hijo de Dios”, ha subrayado el P. Pascual destacando que en las lenguas bíblicas la palabra “obediencia” tiene como raíz, escuchar: “No se da auténtica escucha que no venga acompañada de la obediencia”.
Concluyendo la entrevista el Presidente de