Obispos promueven puentes de diálogo en torno al acuerdo sobre Educación

El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile hizo pública este miércoles 11 de junio una declaración que lleva por título “En esta hora histórica”, en la que mira con esperanza el futuro de la educación de nuestra patria, en momentos en que se tramita el Proyecto de Ley General de Educación, LGE.

La declaración fue leída en dependencias de la CECh por el Presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Alejandro Goic, obispo de Rancagua; junto al obispo de Chillán y Presidente del Área Educación de la CECh, Mons. Carlos Pellegrin.

A juicio de los obispos, el acuerdo político en educación que hizo posible el Proyecto de Ley y que fue el fruto de un trabajo de los más diversos sectores políticos y técnicos, “es histórico, sin precedentes, y es una contribución nueva y positiva que favorece el entendimiento y la unidad, que tanto necesita Chile”.

En ese sentido, formulan un llamado “a valorar el acuerdo alcanzado y tratar de construir puentes de diálogo para avanzar hacia la gran meta de Chile, que es la calidad de educación que merecen los hijos e hijas de esta tierra, particularmente los que viven en mayor marginación y pobreza”.

Al tiempo que estiman como necesarios profundos cambios legislativos y estructurales, que favorecerán la calidad de la educación, los pastores agregan que es “lamentable y doloroso constatar que el acuerdo firmado enfrente dificultades y se encuentre en riesgo de desaparecer. La ciudadanía, particularmente los más pobres, no entiende esta situación pues tenía puestas sus esperanzas en un acuerdo que había logrado el apoyo del gobierno y de los dos grandes bloques políticos del país, cuyos responsables lo presentaron como la mejor opción para mejorar la educación en Chile”.

El Comité Permanente del Episcopado reitera la visión trascendente de la educación que tiene la Iglesia: “vemos en el estudiante una persona, que debe ser el centro de todo el proceso que apunta a alcanzar una mejor calidad de vida, la superación de la pobreza y el bienestar total de nuestros hermanos y hermanas, entregando el acceso al conocimiento que permite a una persona alcanzar su formación integral. La educación tiene una finalidad esencialmente humanizadora, y como actividad del orden de la cultura, es educación genuina cuando humaniza y personaliza, para que la persona humanice al mundo, produzca cultura, transforme la sociedad y construya la historia. En este sentido toda educación es un bien público, tanto la municipalizada como la particular, y la debemos cuidar al mismo tiempo que promover con esmero”.

Finalmente, los obispos hacen un llamado a los “constructores de la sociedad” que tienen vocación al servicio público, particularmente a los parlamentarios, a seguir trabajando y colaborando para que el acuerdo prospere para bien de la patria, y a “continuar dando pasos para atender a lo que todavía está pendiente en relación a lograr una mayor equidad, mejores posibilidades de vida y trabajo para los profesores, modernizar la enseñanza en todas sus dimensiones para el bien de Chile”.

La declaración concluye invocando la protección de la Santísima Virgen del Carmen, Patrona y Reina de Chile, para que nos guíe en la búsqueda de los caminos de acuerdo y fortalecimiento de educación y calidad para todos, particularmente los más pobres.

Ver texto completo de la Declaración del Comité Permanente

Fuente: Prensa CECh