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En el templo María Auxiliadora del Posnoviciado Salesiano de Lo Cañas, el mismo donde fue ordenado sacerdote por el Cardenal Silva en 1971 y donde más tarde celebró sus bodas de plata, el P. Leonardo Santibáñez Martínez, rodeado de sus hermanos de Congregación, amigos, familiares y miembros de
A pesar del frío de la noche, el ambiente para
La Eucaristía
Pero fue el momento de la homilía el que adquirió una emotividad especial por el relato del P. Leonardo de cómo se sucedieron sus sentimientos e impresiones desde la llamada del Rector Mayor para solicitarle el servicio, hasta que tomó plena conciencia de lo que significa esta misión.
El P. Leonardo señaló: “Puedo decir honestamente que nunca he ambicionado ningún cargo en
Agregó que tomó la llamada del Rector Mayor con una tranquilidad que lo sorprendió, pero que a la mañana siguiente, con el comunicado oficial del P. Natale Vitali, Consejero Regional, se fue a la capilla, lo puso sobre el altar, y sólo en ese momento tomó conciencia de lo que significaba este nombramiento y lloró frente al Señor Sacramentado.
Sin embargo, agregó el P. Inspector, han sido tantos lo llamados de felicitaciones y cariño de hermanos y amigos, que se siente querido y animado en esta tarea, en la que resuena muy fuerte
El P. Leonardo agradeció a Dios por la oportunidad que le brinda de ser Don Bosco entre sus hermanos; al Rector Mayor, su Consejo y sus hermanos de Congregación por la confianza puesta en él, y a su familia por su constante apoyo y compañía. Presidió la Eucaristía con la casulla regalada por su madre el día de su ordenación sacerdotal, gesto con el cual, por una parte, recordó y expresó el amor hacia su progenitora, y por otra, expresó su deseo de renovar el entusiasmo apostólico de los primeros años de su ministerio sacerdotal salesiano.
Agradeció también las oraciones de las Hijas de María Auxiliadora, a las Voluntarias de Don Bosco, de quienes el P. Leonardo es asesor religioso, al grupo de Encuentro Matrimonial, al resto de
Finalmente, y encomendándose al auxilio de María, el P. Inspector recordó y manifestó su deseo de hacer vida las palabras de Don Bosco a Miguel Rúa cuando lo envía como Director de la primera casa fuera de Turín: “Nada te turbe. Procura más bien hacerte amar que temer. La caridad y la paciencia te acompañen constantemente cuando mandes y cuando corrijas”.
Luego de