Consulta Mundial de la Familia Salesiana

0206_04.jpgEntre el 30 de mayo y el 1º de junio se llevó a cabo el encuentro anual de la Consulta de la Familia Salesiana en la Casa Generalicia de los Salesianos (Roma), cita en la que participan representantes de los distintos grupos que la conforman.

El encuentro fue animado y coordinado por el Vicario del Rector Mayor y encargado de la Familia Salesiana, P. Adriano Bregolín.

Esta ocasión han sido 25 los participantes representantes de 19 de los 23 grupos que constituyen la Familia Salesiana.

El intercambio de información sobre la vida y la experiencia apostólica de los grupos presentes ha sido la característica de la primera parte del programa del encuentro, actividad que, entre el viernes y la mañana del sábado, puso en evidencia una vez más la riqueza de este grande movimiento apostólico de religiosos y laicos inspirado en el carisma de Don Bosco.

En la segunda parte de la mañana del sábado, el P. Bregolín presentó la experiencia vivida por la Congregación Salesiana durante el Capítulo General 26, celebrado entre febrero y abril pasados, y sobre el alcance del documento final. Por su parte sor María de los Ángeles Contreras, Consejera para la Familia Salesiana de las Hijas de María Auxiliadora, presentó el tema del Capítulo General XXII que su instituto celebrará en septiembre próximo: “Llamadas a ser, hoy, signo y expresión del amor preveniente de Dios”.

Intervino también el Rector Mayor, P. Pascual Chávez, quien anticipó el tema de la Consigna del año próximo y que estará dedicado a la Familia Salesiana en ocasión del 150° aniversario de fundación de la Congregación Salesiana que se celebrará durante el 2009.

Posteriormente los participantes se confrontaron sobre las modalidades y los temas de animación de la Familia Salesiana, subrayando la necesidad de crecer en conocimiento recíproco pero sobre todo en colaboración apostólica.

Un tema específico de reflexión y evaluación ha sido el de las Jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana, evento que cada vez más resulta ser una gran oportunidad que favorece el crecimiento del sentido de pertenencia carismática común y del compromiso apostólico entorno a los grandes desafíos de la vida, de la familia y de la educación.

Fuente: ANS