Las evaluaciones preliminares por parte de los organizadores han sido bastante positivas respecto de Catemu VII, jornada realizada desde el 16 al 18 de mayo en
Es claro que con el correr de los años la instancia de Catemu cada vez esta siendo más reconocida como lo que es: la principal jornada formativa para los asesores del MJS y para los grupos no circunscritos en el movimiento pero que hacen vida pastoral en la casas salesianas, también llamados nuevos socios. Así lo indica el coordinador de esta versión de la jornada, el estudiante de Teología Erick Oñate, y lo argumenta por varias cosas, por ejemplo, el favorable ambiente propiciado por los participantes para la reflexión, el trabajo, la distención y la oración y por la respuesta en la convocatoria. La totalidad de las experiencias asociativas estuvieron presentes: Comunidades Apostólicas Salesianas (CAS), Comunidades Misioneras Salesianas (CMS), Club Domingo Savio (CDS), Infancia Misionera Salesianas, (IMS), Movimiento Scout Salesiano (MSS), Experiencias en el Espíritu (ENE, EJE y ESCOGE), Movimiento de Acólitos Salesianos (MAS).
Erick destaca además que las edades de los asesores asistentes fluctuaron, principalmente, entre los 22 y 40 años, lo que permitió un alto grado de reflexión de los temas abordados, que esta vez correspondieron a
Los asesores participaron en cuatro módulos de formación. Uno de ellos se denominó Muerte y Resurrección y estuvo a cargo del P. Luis Flores, quien explica que se trató de “un análisis de la historia personal en términos de luces y sombras, descubrir lo positivo, lo negativo, los elementos de fracaso y los elementos que se van construyendo”. Respecto de la recepción a la temática indica que fue favorable y que lo profundizado “sirve en el sentido de que la primera tarea que tiene un asesor es cultivarse a sí mismo como persona, crecer en su proyecto de vida. Si tiene la posibilidad de reflexionar de acuerdo a su historia, pueden ir descubriendo estos elementos donde están los desafíos para crecer o para potenciar ya desde lo que están creciendo”.
Otro módulo se denominó Dimensión Espiritual del Proyecto de Vida y fue dictado por el director de la casa de Teologado del seminario salesiano de Lo Cañas, el P. José Lino Yánez. “Es un elemento central de cómo aprender a vivir la vida como un proyecto y no sólo como una secuencia de cosas por hacer o respuestas a urgencias que vienen de afuera, sino desarrollar la vida, de adentro hacia fuera”, explicó el P. José Lino. Dijo estar muy contento por la favorable recepción en los asesores.
Otro Módulo se denominó Vida y Fe y fue dictado por el consejero inspectorial Marcelo González. “Consiste en ofrecer una herramienta de lectura de teorías bíblicas que pueden ser aplicadas a la propia historia personal, pero leídas como historia de salvación. Así como la historia de salvación de todo el pueblo de Israel, qué cosas se pueden acercar para hacerlas lecturas personales, de cómo Dios ha ido actuando y aportando su salvación en mi vida”, explicó Marcelo. “Hicimos un trabajo grupal, con comentarios, con acercamiento a
El Cuarto módulo fue dictado por el antiguo alumno del Liceo Manuel Arriarán Barros Alejandro Girón. El encuentro contó con la participación y compañía de los salesianos P. Fernándo Cárcamo, Juan Pablo Lyon, Rodrigo Vargas, Ismael Villagra y el hno. Juan Cifuentes.
Durante el domingo los asesores tuvieron espacio para trabajar por experiencias asociativas, instancia aprovechada para coordinar, por ejemplo, los encuentros nacionales de cada grupo. Además fue celebrada
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