El viernes 9 de mayo se realizó, en
El objetivo de esta jornada fue, en primer lugar, crear un espacio de diálogo respecto a los indicadores que se piden desde
En su intervención, Monseñor Carlos Pellegrin se refirió al perfil e identidad del profesor de Religión, destacando la gran importancia que tiene para
Comentó que frente a los desafíos de la sociedad contemporánea “el profesor de religión no puede paralizarse, más bien descubrir en los signos de los tiempos una llamada del Espíritu Santo a dar una respuesta basada en el Evangelio, a esa búsqueda de sentido de tantos niños y jóvenes”.
“Mirada de esta manera, la globalización, parte de nuestra existencia presente, podría facilitar la posibilidad de una conversión personal y profunda, especialmente entre los jóvenes y los niños. Son ellos los que experimentan un mundo caótico, efímero y contingente, y que frente al peligro de la desintegración personal buscan una respuesta que podemos entregar en la clase de religión”, puntualizó.
Obstáculos que enfrenta el profesor de Religión
Entre los obstáculos que un profesor de Religión enfrenta, Monseñor Pellegrín mencionó: la falta de valoración por parte de los alumnos, aún por parte de los directivos de colegios a la asignatura; la poca colaboración por parte de los padres de familia, especialmente en colegios no confesionales; las crisis familiares, que provocan indisciplina y problemas en la escuela; la utilización a veces “mañosa” de la “optatividad” por parte de algunos sostenedores de colegios no confesionales, etc.
Asimismo, indicó que en su esfuerzo por llevar a los niños y jóvenes a un encuentro real con el Evangelio, el profesor de Religión no puede restar importancia a un esfuerzo por conocer la cultura real de ellos. Es necesario que esté familiarizado con las costumbres, los criterios de vida, las angustias y necesidades, las esperanzas de sus alumnos, familias y del ambiente en que viven.
Fuente: Comunicaciones UCSH