Luego de un proceso de discernimiento que comenzó en 2002 junto con el P. Juan Carlos Zura, Andrés Leonardo Huanquiao Retamal (37) decidió iniciar la experiencia del voluntariado en alguna presencia salesiana del país. Sus intenciones eran colaborar con un lugar necesitado e integrarse a alguna de las obras fundadas por los primeros salesianos. Entonces le fue asignado el Colegio María Auxiliadora de Provenir, hasta donde llegó en febrero pasado y donde ejerce como inspector y encargado de la rama de Fútbol.
Andrés es oriundo de Linares. Desde temprana edad abrazó
Su pasión por el Fútbol se convirtió en su profesión, por lo que se mudó a Santiago. Militó en segunda división del torneo profesional chileno e integró algunas escuelas de Fútbol de la capital, experiencia que le permite hoy poner a disposición sus conocimientos deportivos en el taller de Baby-fútbol con los niños de la sub-11 y lo mismo con la rama femenina de la sub-11y la sub-13 de la casa salesiana.
Su deseo de ser voluntario nació el año 96 y comenzó a concretarse con el providencial encuentro, según considera, que tuvo con el P. Juan Carlos Zura en una de las peregrinaciones al Santuario de Santa Teresa de los Andes. En adelante comenzó un proceso de discernimiento con el P. Juan Carlos que inició en 2002.
Cuenta Andrés que se ha puesto en manos del Equipo del Voluntariado de
En contacto con OFISA, este voluntario salesiano destacó la enorme labor que ejercen los salesianos en esta zona austral, llena de sacrificios por el clima y la lejanía. Le ha sorprendido el trabajo incansable y la admiración que despiertan en los fueguinos, partiendo por el P. Director Sergio Astorga, que entre otras cosas, imparte un curso de Repostería: “donde yo voy él ya está terminando su tarea diaria, no sé cómo es que lo hace”.
Respecto del P. Santiago Redondo dice estar presenciando una “leyenda viva de Tierra Del Fuego”. “La gente le apodó como el cura constructor por la inmensa obra que ha hecho acá”. “Enseñó a leer y a escribir a aquellos que hoy son las autoridades de Porvenir y de Punta Arenas”.
Andrés agradece a Dios la experiencia que está viviendo en la casa salesiana y dice estar muy bien con los niños, adultos y jóvenes del lugar. “Mi experiencia ha sido un constante desarrollo tanto intelectual como en lo espiritual, también en el ámbito deportivo”.