Este domingo 4 de mayo, durante una Misa celebrada en la villa alpina de Laus, el Obispo de Gap (Francia), Mons. Jean-Michel di Falco, acompañado por una veintena de cardenales y arzobispos del mundo, anunció la aprobación oficial de la Iglesia de las apariciones marianas atestiguadas en esta villa de los altos Alpes franceses por la vidente Benôite (Benedicta) Rencurel entre 1664 y 1718.
Durante
“Reconozco el origen sobrenatural de las apariciones y los hechos y dichos, experimentados y narrados por Benedicta Rencurel. Animo a todos los fieles a venir y rar; y buscar renovación espiritual en este santuario”, dijo el Prelado.
Mons. di Falco recordó que “nadie está obligado a creer en las apariciones, incluso en aquellas reconocidas oficialmente; pero si son una ayuda en nuestra fe y nuestra vida diaria ¿Por qué habría que rechazarlas?”.
El Santuario de Nuestra Señora de Laus atrae unos 120 mil peregrinos al año. El gran filósofo católico Jean Guitton dijo de este santuario que: “constituirá uno de los tesoros más ocultos y poderosos de Europa”.
El mensaje de
Benita Rencurel nació el 16 de septiembre de 1647en Saint-Étienne d’Avançon (Alpes del sur – Francia), su padre falleció cuando tenía 7 años. Nunca aprendió a leer ni escribir y su única instrucción era el sermón de
Un día de mayo de 1664, Benita, que trabajaba de pastora para unos campesinos vecinos, estaba rezando el Rosario cuando ve a una hermosa Señora sobre un peñasco que lleva de la mano a un niño de belleza singular. “¡Hermosa Señora! –le dice–, ¿Qué estáis haciendo ahí arriba? ¿Queréis comer conmigo? Tengo algo de pan bueno, lo remojaríamos en la fuente”.
Durante cuatro meses,
Durante el invierno de 1664-1665, Benita sube hasta Laus muy a menudo, donde ve cada vez a
El 18 de septiembre de 1665, cuando Benita tiene dieciocho años, las apariciones y la peregrinación son reconocidas oficialmente por parte de la autoridad diocesana y, a partir del otoño de ese año, empieza la construcción de una iglesia para poder acoger a los peregrinos, que cada vez son más numerosos.
Nuestra Señora se revela en Laus como reconciliadora y refugio de los pecadores, y por eso aporta señales para convencer a éstos de la necesidad de convertirse.
Benita se tomó en serio la misión recibida de
La Virgen
Entre 1669 y 1679, Benita es bendecida con cinco apariciones de Cristo, que se le revela en un estado de sufrimiento. Un viernes de julio de 1673, Jesús ensangrentado, le dice: “Hija mía, me muestro en este estado para que participes de los dolores de mi Pasión”.
Después de más de dos décadas de sufrimientos y constantes apariciones de
El santuario está hoy a cargo del clero diocesano, con la asistencia de una comunidad de Hermanos de San Juan y tiene como su eje pastoral el ofrecer el Sacramento de la Reconciliación.
Fuente: ACI Prensa