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“Queridísimos Rector Mayor y Hermanos capitulares salesianos: Con la alegría de quien se siente en familia presido esta celebración eucarística con vosotros en la solemnidad de San José, durante el desarrollo de nuestro 26º Capítulo General”. Estas son las palabras con las que ha dado inicio a su homilía el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de Su Santidad, durante la celebración eucarística presidida el sábado 15 de marzo en la iglesia de
El Cardenal, refiriéndose a la misión paterna a la que San José fue llamado, señaló que esta se sigue renovando en nuestros días: “Dios busca ‘padres’ para sus hijos. Queridos hermanos, en un cierto modo también nosotros hemos sido elegidos por el Señor para hacer de padres para sus hijos, especialmente para los jóvenes y a los jóvenes que se hayan en dificultad. ¿No es acaso esta la vocación específica y el carisma de nosotros los salesianos según el ejemplo y enseñanzas de Don Bosco?”.
La disponibilidad de San José nos dice que “al llamado le es pedido sobretodo confiar totalmente en Dios y en su gracia”, y recordando las ‘dudas’ del esposo de María precisó: “Quien acoge a Dios y sus proyectos, está llamado inevitablemente a vaciarse de sí mismo y a renunciar a los propios sueños y deseos. Dios no llama, sin pretender; no llena, sin vaciar; no da, sin quitar. Solo quien acepta voluntariamente la perdida de sí, puede entrar en la lógica de Dios. Una vez más se trata de la ley bíblica del éxodo, las exigentes condiciones de la ‘sequela Christi’”. Tal y como hizo Don Bosco.
Refiriéndose a los salesianos y al tema del Capítulo General ha dicho: “Comprometidos como estamos en el servicio meritorio y generoso del ‘da mihi animas’, nos puede tal vez suceder, con más frecuencia de lo que pensamos, olvidar el ascético ‘cetera tolle’. Pero la caridad pastoral del salesiano – ‘centro’ y ‘síntesis’ de nuestro espíritu como dicen las Constituciones (art. 10) – se realiza plenamente sólo cuando pasa a través de las dos caras de la medalla. Por una parte, está el cetera tolle, es decir, el dejarse vaciar por Cristo hasta que nada, absolutamente nada se anteponga a Él y a su amor”.
Ejemplar es la actitud de disponibilidad incondicional mostrada por José cuando, llamado en sueños, hizo como Dios le había dicho. “En sueños, antes que en la vida cotidiana, -ha continuado el Secretario de Estado- José se hizo familiar con la voluntad divina, que día tras día habría debido realizar. Y este “soñar la voluntad de Dios” lo preparó a vivirla, iluminando las vicisitudes de su existencia familiar y facilitando su cumplimiento cotidiano. Queridos Hermanos, también nosotros Salesianos somos hijos de un sueño: el sueño de Don Bosco”. Posteriormente añadió: “Como San José, cada uno de nosotros, en maneras diferentes, está llamado a hacer de padre para los hijos de Dios”.
Antes de concluir el Card. Bertone recordó cuanto el Santo Padre ha pedido a los Salesianos en su mensaje a los capitulares con ocasión de la apertura del CG26: “En las situaciones plurirreligiosas y en las secularizadas – escribe el Papa – es preciso encontrar caminos inéditos para hacer conocer, especialmente a los jóvenes, la figura de Jesús, para que sientan su perenne encanto”. Una urgencia, la de la educación, muchas veces señalada por el Papa Benedicto XVI en los últimos tiempos.
Fuente: InforANS