Mensaje de la Presidencia de la CLAR ante difíciles momentos acaecidos entre países de Continente

Bogotá, Marzo 13 de 2008

PROT: P003-08

Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos,

pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados.

2Co 4,8


La Presidencia de la CLAR ante los sucesos acaecidos durante las últimas semanas entre los países de Colombia, Venezuela, Nicaragua y Ecuador desea expresar a la Vida Religiosa del Continente que:

 

1.  Necesitamos mantener la firme esperanza que los gestos y palabras de reconciliación que han tenido, en la Cumbre de Río realizada en Santo Domingo la semana pasada, los Presidentes de los países implicados en el conflicto, sean la expresión de una auténtica decisión de mantener, por encima de los propios intereses, la unidad y la armonía de pueblos hermanos, para el crecimiento de la solidaridad entre nuestros pueblos.

2.  Sea la transparencia en las políticas de los distintos mandatarios las que abanderen procesos de paz y búsqueda de soluciones que favorezcan ante todo a los más pobres y desprotegidos.

3.  Nuestra apuesta es por la vida y esto requiere partir siempre de la dignidad de las personas y de nuestros pueblos. Dignidad que se labra en la búsqueda del bien común por la implantación de la justicia que conduce a la paz. Pueblos que sentimos el peso de un aumento progresivo de la pobreza y la exclusión no podemos acudir a la violencia y la guerra que empobrecen mucho más.

4.  Atentos a la búsqueda de ser una vida místico-profética al servicio de la vida, estemos vigilantes para leer, a la luz de la Revelación Neotestamentaria, los acontecimientos, de modo que podamos ser aporte positivo en los lugares donde estamos inmersos y desde las instituciones en las cuales se realizan nuestros ministerios, para buscar ir correspondiendo al querer de Dios sobre nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños.

Que el Señor nos ayude a todos y todas a mantenernos vigilantes y a dar testimonio de comunión en medio de nuestros hermanos y que María, la Virgen morena de Guadalupe, cubra con su manto el dolor y la angustia de todas las víctimas de violencias en nuestro continente.

P. Ignacio Madera Vargas, SDS
Presidente

Hna. Ma. de los Dolores Palencia
I Vicepresidente

Hno. Ángel Medina
II Vicepresidente

Hna. Maris Bolzan
III Vicepresidente

P.  Pío González
IV Vicepresidente

Hna. Ma. del Socorro Henao, ctsj
Secretaria General